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Con el fin de
garantizar los derechos de las víctimas del conflicto en el país, la guerrilla
de las Farc dio a conocer tres de diez propuestas que se estudian dentro del
proceso de paz en la Habana.
En el punto número 9 el
grupo propone “un proceso de desmilitarización de la sociedad y del Estado y
una reforma institucional de las Fuerzas Militares y de Policía y de los
organismos de inteligencia centrada en el respeto por los derechos humanos y la
defensa de la soberanía nacional”.
“La concesión del perdón
sólo puede ser concedida por las víctimas del conflicto y también por la
sociedad en su conjunto”, señalan las Farc en sus propuestas.
Foto Archivo. |
A continuación los tres
puntos dados a conocer por Caracol Radio:
8. Definición
concertada de mecanismos e instrumentos de justicia para garantizar los
derechos de las víctimas del conflicto
Los criterios,
instancias, mecanismos e instrumentos de justicia a aplicar a fin de garantizar
los derechos de las víctimas del conflicto serán definidos de manera concertada
por las partes. Su fundamento normativo se encuentra en las disposiciones del
derecho internacional sobre graves violaciones a los derechos humanos e
infracciones al Derecho Internacional Humanitario con ocasión de un conflicto
interno. Sin perjuicio de la responsabilidad principal imputable al Estado, así
como de la responsabilidad de otros actores políticos, económicos y sociales,
para los efectos de la construcción de un eventual Acuerdo final para la
terminación del conflicto, la definición de los criterios, mecanismos e
instrumentos de justicia deberá sustentarse en la compleja formulación del
balance entre la búsqueda de la paz estable y duradera a la que aspira la
sociedad colombiana en su conjunto y los requerimientos de justicia por parte
de las víctimas. Asimismo, en atención a nuestra condición de organización
político-militar, la justicia aplicable a las FARC-EP tendrá como presupuesto
principal el reconocimiento amplio del delito político y del derecho a la
rebelión, incluidas las conexidades, con todo lo que ello implica. En todo
caso, se considerarán instancias, mecanismos e instrumentos alternativos de
justicia a establecer por las partes. El acuerdo político no se comprenderá en
términos de un pacto de impunidad.
9. Provisión de
garantías reales y materiales de no repetición
Con el propósito de
proveer garantías reales y materiales para evitar la repetición de procesos,
situaciones y hechos que producen victimizaciones colectivas e individuales de
sectores de la población, vulnerando sus derechos, se emprenderán
transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales orientadas a la
superación de las causas estructurales de la violencia del sistema y por tanto
de la victimización sistémica. De manera especial se proscribirán doctrinas anticomunistas,
contrainsurgentes y de seguridad nacional, así como toda forma de
intervencionismo, asesoría o “ayuda” militar foránea. De igual forma, se
emprenderá un proceso de desmilitarización de la sociedad y del Estado y una
reforma institucional de las Fuerzas Militares y de Policía y de los organismos
de inteligencia centrada en el respeto por los derechos humanos y la defensa de
la soberanía nacional. Estas instituciones, junto con todos los poderes
públicos, se depurarán de miembros y estructuras comprometidos como procesos y
hechos de victimización. Se garantizará el desmonte efectivo del poder y las
estructuras paramilitares en todas sus formas y modalidades. Se adelantará una
reforma a la justicia que supere toda expresión del ejercicio del “derecho
penal del enemigo”. Se conformará una “Comisión constitucional permanente de
garantía, protección y promoción de los derechos humanos y de prevención de sus
graves violaciones”. Las FARC-EP se comprometerán en lo que les corresponda,
según lo establecido en el eventual Acuerdo final para la terminación del
conflicto. Se proveerán las condiciones necesarias para garantizar la seguridad
de dirigentes políticos, sociales y populares.
10. Perdón político y
social para construir las bases de un proceso de reconciliación nacional
El esclarecimiento de
la verdad histórica del conflicto y sus víctimas, debe conllevar a la creación
de escenarios colectivos y políticas nacionales, regionales, territoriales,
para el perdón social y político. El perdón contiene esa fuerza invaluable de
liberar el presente y el futuro de la carga que imponen los actos del pasado.
El perdón rompe las lógicas de la venganza, el resentimiento y el castigo,
otorgando la oportunidad para la superación de la violencia. Perdonar es dar en
abundancia, dar de más, donar para un fin superior, introducir la lógica de la
sobreabundancia entre los seres humanos. Consideramos que el perdón político y
social posibilita la inauguración de un nuevo tiempo histórico que posibilite
la reconciliación nacional. El perdón es una condición ineludible para el
nacimiento de una nueva Colombia, es otra relación con el pasado irreversible
para posibilitar un nuevo comienzo. Las FARC-EP proponemos la creación de
escenarios públicos del perdón social y político a nivel nacional, regional y
territorial, que se orienten por algunos principios para su conversión
democrática en políticas del perdón: la concesión del perdón sólo puede ser
concedida por las víctimas del conflicto y también por la sociedad en su conjunto;
la creación de ceremonias culturales y museos del perdón que eviten la
auto-victimización estratégica; la
necesidad de construir una justicia social y política más allá del derecho; el
aporte al nacimiento de una cultura política que privilegie la solidaridad y la
cooperación para evitar la lógica de los vencedores; la reconciliación nacional concebida como un
proceso de profundización de la democracia; el desentrañamiento y la
transformación de las complicidades y continuidades de la violencia sistémica,
entre otras.