Un emisario del cartel
se reunió con varios combos para 'comprarlos'. Subieron 60 fusiles a comunas.
Unidad investigativa Del tiempo.
Informantes dicen que
llegaron 60 fusiles provenientes de México a las comunas.
En las partes altas de las comunas de Medellín es frecuente
ver ahora a mexicanos y salvadoreños patrullar en las noches acompañados de
miembros de combos como ‘Agonía’. Sus rondas armadas, que parten de la comuna
13, se extienden hasta el corregimiento San Cristóbal, corredor estratégico que
conecta Medellín con el Urabá y que se convirtió en la principal autopista para
el tráfico de drogas.
Texto y foto tomado del Tiempo. |
Uno de esos extranjeros es conocido como ‘el Tatuado’,
emisario del cartel de Sinaloa, poderosa organización criminal mexicana que
completa tres años tratando de asentarse en Antioquia.
Lo poco que se sabe de ‘el Tatuado’ es que milita en la ‘Mara
Salvatrucha’ –pandilla criminal al servicio de la mafia en 7 países– y que
llegó a Colombia para alinear a los combos al servicio de la ‘Oficina de
Envigado’ y hacerle contrapeso a los ‘Urabeños’ o ‘clan Úsuga’.
Hace 15 días, hubo una ‘cumbre’ en Medellín con cabecillas de
combos en la que ‘el Tatuado’ entregó armas y ofreció doblar la paga de ‘los
Urabeños’.
“En la reunión estuvo un sector de la ‘Oficina’, bandas de la
comuna 8 y 9, de la zona de Castilla, de Moravia y gente de ‘la Agonía’ ”,
aseguró Fernando Quijano, experto en el conflicto que vive Medellín y cabeza de
Corporación para la Paz y el Desarrollo Social.
También se sabe que subieron 60 fusiles a las comunas y que
hacen parte del arsenal que Estados Unidos infiltró en la mafia mexicana en
fallidas operaciones encubiertas.
Según fuentes de la Fiscalía, si bien sigue vigente el
llamado ‘pacto de fusiles’ o de no agresión, sellado en julio de 2013, los
combos andan inquietos porque hombres de ambos bandos han sido capturados.
Primero fue Hernán Giraldo, ‘Cesarín’, jefe de la ‘oficina de
Envigado’, que tras fugarse de prisión se refugió en Turbo, zona de los ‘Urabeños’.
‘Cesarín’ fue recapturado en mayo. Y aunque dijeron que cayó por el seguimiento
a unas ‘prepagos’ que llegaron a la zona para atenderlos a él y a los escoltas
que les pusieron los ‘Urabeños’, en la ‘Oficina’ creen que pudo ser una
traición.
Lo mismo piensa los ‘Urabeños’ de la captura Hugo de Jesús
Ardila, ‘el Suegro’, hace un mes. El hombre tenía 4.320 millones de pesos, la
nómina de la banda, camuflados en camionetas Sang Yong y en un apartamento
ubicado en una zona vigilada por la ‘Oficina’.
El episodio más fresco ocurrió en el barrio Laureles. Allí un
hombre fue acribillado en un Volkswagen amarillo y, si bien se habló de un caso
de fleteo, en la mafia dicen que era uno de los cinco que buscaba Sinaloa por
robarle un cargamento.
“Hemos escuchado, en los relatos de algunas víctimas de
desplazamientos y desapariciones, la incidencia de extranjeros en la Comuna 8,
por arriba en La Sierra, en la (comuna) 13, San Cristóbal y San Antonio de
Prado. Relatan la presencia de mexicanos”, explicó Jesús Sánchez, personero
para los derechos humanos.
EE. UU. Confirma
alianza
En igual sentido se pronunció Max Yuri Gil, experto en
conflicto. “Es evidente que los combos en Medellín están matriculados a
estructuras criminales transnacionales. Trabajan con la ‘Oficina’ o con los
‘Urabeños’ y desde hace años han tenido que aceptar alianzas con carteles
mexicanos para acceder al mercado de los Estados Unidos”, explicó.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos tiene
evidencia de esas alianzas. Hace dos meses, antes de incluir a los primeros
jefes de la ‘Oficina’ en la Lista Clinton, insistió en que esos nexos les han
permitido a los colombianos internacionalizarse.
A pesar de estos antecedentes, las autoridades de Medellín
dicen que, si bien puede haber “uno que otro mexicano” trabajando con la mafia
local, no hay evidencia de que estén incidiendo en los crímenes de la ciudad.
Pero admiten que sí se habla en la comuna 8 de un alias ‘el Mexicano’.
Hablan las autoridades
Sergio Vargas, secretario de Seguridad de Medellín, admitió
que en las comunas se habla de ‘el Mexicano’, pero ello no significa que el
cartel de Sinaloa esté allí. “Es factible que un mexicano haga parte de una
estructura criminal o venga a resguardarse”. El general de la Policía José
Mendoza agregó: “Una cosa es que ayuden a un bandido y otra, que trabajen en la
ciudad”.