Como parte del paquete de soluciones ante las
peticiones de los estudiantes, el Consejo Superior Universitario aprobó
recursos provenientes de estampilla Pro-Unillanos, por un valor cercano a los
1.500 millones de pesos para la ejecución de ocho proyectos, que aliviarán de
inmediato las necesidades de algunos programas.
23 aulas de clase en la
sede Barcelona serán intervenidas en su sistema eléctrico, tejado,
embellecimiento y tendrán puntos de acceso a internet, al igual que la
adquisición de contenedores adecuados para laboratorios, equipos de cómputo y
audiovisuales que fortalecerán las actividades académicas.
Omar Yesid Beltrán,
vicerrector de recursos de Unillanos dijo que también se incluyó, a pesar de no
estar en los compromisos pactados con el estudiantado, la compra de un
mobiliario para dotar los salones con condiciones similares a los de posgrados,
esto con el fin de brindarles un ambiente propicio para su formación.
El laboratorio de
simulación farmacéutica también recibirá unas mejoras, de igual manera que las
unidades productivas el Tahúr y La Banqueta, en Villanueva Casanare. Para el
desarrollo de prácticas del programa de Ingeniería Agroindustrial a realizarse
en otras ciudades del país, se destinaron 250 millones de pesos.
“Es de anotar que no ha
sido negligencia de las directivas del claustro. El tema de la construcción de
aulas obedece a que no tenemos los permisos por parte de Curaduría, y el
proceso para solicitarlo ha sido dispendioso, es un tema más jurídico el que
nos impide inversión por ahora en infraestructura”, concluyó Beltrán.
Los ocho proyectos ya
están en su etapa precontractual, y se estima para finales de este año se hayan
ejecutado en su totalidad.