De Semana
Foto: Defensa Civil.
El país aún no se
repone de la explosión ocurrida al interior de una mina ilegal en el municipio
de Buriticá, Antioquia, que dejó cuatro muertos y 90 personas intoxicadas,
cuando de nuevo otra tragedia enluta a ese sector.
Esta vez ocurrió en el
municipio de Santander de Quilichao, un pequeño pueblo ubicado al norte del
departamento de Cauca y a tan solo media hora de Cali, la capital del Valle.
Una de las más de 80
minas ilegales existentes en la zona -según denunció el alcalde del pueblo- se
derrumbó en la noche de este miércoles 30 de abril, matando a tres mineros
artesanales, dejando heridos a otros tres y se calcula que en su interior hay
al menos 30 personas que no lograron salir.
El capitán Víctor
Claros, comandante de Bomberos del municipio, aseguró que esa cifra no es
oficial, pero se estima de la cantidad de familiares que llegaron a la zona a
preguntar por sus parientes.
“Ya la zona está
acordonada por policía y ejército, pero requerimos la ayuda de otros organismos
de socorro para tratar de sacar con vida a los que están atrapados entre el
lodo y las piedras”, dijo.
También hizo un llamado
a los propietarios y conductores de retro excavadoras que hay en la zona, para
que las faciliten en el proceso de rescate.
Según el comandante
bomberil, se cree que los atrapados se encuentran a una profundidad de cinco
metros, pero “lo grave es que tenemos que remover cientos de metros cúbicos de
lodo y piedra”, explicó.
En efecto, la mina de
la emergencia es una especie de socavón o hueco profundo que se hace de manera
artesanal, en cercanía al lecho del río. De ahí que la humedad del terreno y la
falta de medidas de seguridad hacen más riesgosa la actividad de extracción del
metal preciso.
Según la directora de
la Defensa Civil de Santander de Quilichao, Graciela Tovar, como se trata de
una mina ilegal, muchas personas ingresan en el sector de noche para evitar
cualquier control de las autoridades, lo que dificulta que se sepa exactamente
cuántas estaban dentro cuando el derrumbe ocurrió.
El gobernador del
Cauca, Temístocles Ortega, dijo a RCN La Radio que las autoridades de la región
han denunciado en varias ocasiones la actividad ilegal de la mina que no ha
podido ser cerrada "por ineficiencia del Estado", dijo.
Ortega aseveró que
"alrededor de 5.000 personas en la zona de Santander de Quilichao viven de
la minería ilegal". Además, "al secretario de gobierno lo amenazaron
de muerte y tuvo que irse del municipio", por denunciar esta actividad