EMISORA ONLINE

lunes, 3 de marzo de 2014

"SI NOS METE EN PROBLEMAS, SE GANA MACHETAZO", LE DIJERON A PERIODISTA EN CAZUCÁ

Tomado de Blu Radio

Tienes que pensarlo muy bien antes de comenzar a escribir.Te han amenazado tantas veces que el gesto violento ya te parece protocolo. Te han dicho: “Si nos boletea, la lleva; si nos chimbea, lo buscamos gonorreíta; ojo pues pirobo que es muy fácil averiguar por dónde vive; si nos mete en problemas, se gana su machetazo, mi perro, lo matamos, así de sencillo papi, lo MA-TA-MOS, o mejor: lo despedazamos”.
En diciembre de 2013 decidí internarme en la Comuna 4 de Soacha, también conocida como Altos de Cazucá, uno de los sectores más peligrosos y abandonados de Soacha, y límite fronterizo de este municipio con Bogotá. Dos meses atrás, tres estudiantes de periodismo habían llegado angustiadas a mi oficina; tenían la esperanza de que algún medio de comunicación publicara una serie de testimonios que habían recogido para su tesis de grado en los cuales se revelaba el tenebroso regreso de una vieja práctica a estas colinas: la periódica ejecución de asesinatos selectivos, antecedidos por panfletos amenazantes y listas con nombres y direcciones de muchachos del sector, que eran pegados en postes de la luz o rotados de mano en mano. Muchos de quienes aparecían allí listados eran menores de 24 años y no habían cometido otro pecado que fumarse un porro ocasional en alguna esquina del barrio.

 Coincidencialmente, la Defensoría del Pueblo, que es la única entidad estatal que hace presencia permanente en esta comuna de barrios polvorientos, trochas de barro, casas de lata y cartón, perros, gatos, niños y adolescentes embarazadas, estaba por publicar la cuarta entrega de una serie de alertas que advertían el regreso de grupos paramilitares desmovilizados durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Según los informes de la entidad, con nombres reciclados como Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia, Los Rastrojos, Águilas Negras o Los Urabeños, las bandas se reactivaron en 2010 y desde entonces reclutan jóvenes, amenazan con limpiezas, desplazan a antiguos moradores, extorsionan, asesinan líderes comunitarios y culturales e imponen toques de queda, sin que la Policía, ni la Fiscalía ni la Alcaldía del municipio ni absolutamente nadie lo admita y, por consiguiente, haga el menor esfuerzo por prevenirlo.

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...