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Martín Farfán Díaz
González, alias ‘Pijarbey’, era uno de los soldados más destacados del Batallón
de Infantería Aerotranspotado Serviez de Villavicencio (Meta). Y ahora es uno
de los tres delincuentes más buscados por la Dijín de la Policía, junto con
Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, y Roberto Vargas Gutiérrez, alias
‘Gavilán’, cabecillas de la banda criminal de ‘los Urabeños’.
Según oficiales de
inteligencia, el exsoldado, de 38 años, no solo es el nuevo gran capo de los
Llanos, sino el jefe de una peligrosa estructura armada de cerca de 250
hombres.
Hace apenas 15 días, la
Policía le incautó un arsenal que deja ver el poder de su organización
criminal: 20 fusiles, 3 morteros, 2 ametralladoras, 100 granadas de 40
milímetros y 14.000 cartuchos.
El armamento fue
ubicado en una caleta camuflada cerca de la vereda Fundo Nuevo, en San Martín
(Meta), una zona en la que se encuentran abundantes cultivos de coca bajo su
control.
De hecho, hace algunas
semanas se le decomisaron en la zona 500 kilos de cocaína, listas para enviar a
Europa por una ruta que sale por Venezuela y que antes manejaba Pedro Oliverio
Guerrero, alias ‘Cuchillo’, muerto en un operativo policial en febrero del 2010.
‘Pijarbey’ y alias
‘Caracho’ heredaron ese andamiaje militar y narco, denominado ‘Ejército
Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia’ (Erpac). Pero ‘Caracho’ se
desmovilizó y ‘Pijarbey’ quedó como el gran patrón.
Ahora, su ejército
ejerce influencia en zonas urbanas y rurales de los departamentos de Meta,
Guaviare, Vichada y Casanare, en donde también heredó hombres, rutas y
laboratorios, antes bajo el control del capo Daniel el ‘Loco’ Barrera,
extraditado a Estados Unidos.
Con circular azul
Para las autoridades de
la zona, este peligroso sujeto es un viejo conocido.
En el 2006, ‘Pijarbey’
se desmovilizó del bloque ‘Héroes del Llano’, de las autodefensas de los
Castaño.
Tras quedar en libertad
automática, volvió al crimen y fue capturado, en el 2009, cerca de Mapiripán
(Meta), por concierto para delinquir.
Por su peligrosidad,
estuvo recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá), pero en febrero del 2012 fue
dejado en libertad condicional y se unió al llamado Erpac, que ahora comanda.
‘Pijarbey’ es oriundo
de Puerto Lleras (Meta). Las autoridades saben que se esconde en fincas de
Cumaribo, Mapiripán y el municipio de Primavera. Se mueve escoltado por al
menos seis individuos, entre ellos ‘Cereniña’, el ‘Saya’, ‘Killer’ y ‘Martín’,
que antes estaban bajo las órdenes de Humberto Barrios, jefe del ala armada y
financiera del Erpac, capturado a finales del 2013.
Sobre ‘Pijarbey’ pesa
una orden de captura emitida por el juzgado segundo penal de Villavicencio por
el delito de concierto para delinquir agravado.
Además, desde
principios del 2013, la Interpol emitió una circular azul para procurar su
captura.
Según la Dijín, gracias
a labores de inteligencia y a datos de informantes, ya se conocen la rutina y
los movimientos del capo. De hecho, le han logrado tomar tres fotos que
muestran los cambios físicos a los que se ha sometido para no ser identificado.
También se indaga si
está sellando alianzas con ‘la oficina de Envigado’. Se sabe que alias
‘Cesarín’, el capo de esa estructura mafiosa, de cuya fuga alertó este diario,
buscó refugio en una zona bajo el dominio de ‘Pijarbey’.
“Ya conocemos sus rutas
y movimientos y, al igual que a ‘Cuchillo’, lo vamos a capturar”, aseguró el
oficial que le sigue los pasos al nuevo capo de los Llanos.
Estos son los cuatro
lugartenientes del narcotraficante
La mayoría de hombres
al servicio de alias ‘Pijarbey’ son antiguos desmovilizados de las autodefensas
que volvieron a delinquir o que nunca entregaron las armas.
Su ‘comandante’ militar
es conocido con el alias de ‘Móvil 7’ y tiene bajo sus órdenes a tres
estructuras armadas. Una de ellas delinque en límites entre el Meta y el
Vichada y está bajo el control de alias el ‘Tigre’. La otra, bajo el mando de
alias ‘Combi’, se encarga del manejo de los narcocultivos en Vichada. Y la
tercera la maneja alias ‘Florecita’, que actúa en el departamento del Guaviare.
En el organigrama
armado por oficiales de inteligencia de la Dijín aparecen otros lugartenientes
del capo, que se encargan de custodiarlo o de llevarle provisiones a sus
campamentos y fincas. Entre otros, están alias ‘Calostros’ y ‘el Novillo’. Pero
su mano derecha era, sin duda, Humberto Barrios Orjuela, capturado por la
Policía en el 2013. El hombre, natural del Espinal (Tolima), fue miembro del
bloque ‘Centauros’ de las Auc y es procesado por concierto para delinquir
agravado.
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