D el espectador.
Desde antes de su posesión como alcalde de Bogotá, en enero
de 2012, Gustavo Petro está respondiendo interrogantes por las actividades de
su concuñado Carlos Alberto Gutiérrez Robayo. Ahora, el nombre de su familiar
político está de nuevo en el ojo del huracán, esta vez por denuncias
periodísticas que lo señalan de intervenir en gestiones para la concesión de
contratos públicos en el Distrito e incluso de haber recibido comisiones por
contratos en el sistema de transporte.
Aunque Carlos Alberto Gutiérrez, en diálogo informal con Blu
Radio, negó cualquier vínculo laboral con el Distrito y mucho más reuniones
privadas para discutir asuntos del gobierno en Bogotá, el tema ha causado
revuelo político en la capital de la República y reacción de los organismos de
control. En particular, la Personería de Bogotá anunció una investigación
preliminar para establecer el alcance de las publicaciones que relacionan a
Gutiérrez con contratos para la ampliación del sistema Transmilenio.
“Vamos a verificar si es cierto que se dieron reuniones
privadas para tratar asuntos públicos con personas que no tienen injerencia
directa, como familiares de servidores públicos que no se explica uno qué hacen
tratando ese tipo de asuntos”, precisó el personero de Bogotá, Ricardo Cañón,
quien insistió en que su deber es que la ciudadanía esté tranquila en este tema
y por ello el despacho a su cargo llegará hasta el fondo de las
investigaciones.