Un fiscal especializado del Gaula de Villavicencio realizó el
descubrimiento probatorio, en audiencia pública ante el Juez Segundo Penal del
Circuito Especializado de esa ciudad, en contra César Eduardo Orduz Girón y
Jáder Argota, quienes se desempeñaron como patrulleros de la Policía en la
ciudad de Inírida (Guainía) por mantener, supuestamente, retenida a una mujer y
amenazarla con hacerle daño a sus nietas.
Los procesados fueron señalados por un testigo como
partícipes en los hechos, por lo que la Fiscalía los acusó de los delitos de
secuestro simple, extorsión y hurto calificado, con sus respectivos agravantes,
además de concierto para delinquir, porte ilegal de armas de defensa personal y
de uso privativo de las FF.MM.
Los hechos investigados ocurrieron el 2 de agosto de 2007,
cuando Orduz y Argota, junto con otras dos personas, al parecer ingresaron
encapuchados en horas de la noche a una comercializadora en Inírida, donde
exigieron $10’000.000 y dos computadores portátiles a una mujer de 52 años,
propietaria del establecimiento. La víctima fue
amordazada e intimidada, bajo la amenaza de detonar una granada de
fragmentación.
En la acción criminal, los atacantes habrían aprovechado para
llevarse 862 mil bolívares, tres millones de pesos y mercancía como implementos
de aseo, luego que la comerciante aseguró no tener el dinero exigido en el
momento. No obstante algunos artículos fueron recuperados posteriormente.
La aparición de panfletos que anunciaban la llegada de las
Águilas Negras a Inírida generó temor entre los habitantes de la capital del
Guainía y, por esa razón, la víctima manifestó que conseguiría lo que le
exigían.
Durante las conversaciones entre la comerciante y su
interlocutor, las autoridades establecieron la procedencia de llamadas desde un
número de telefonía móvil, que estaba en poder de uno de los implicados.
Ante la presión ejercida por investigadores, se logró la
ubicación de un cómplice, quien solicitó principio de oportunidad, confesó su
participación y colaboró como testigo en la investigación, además de indicar el
lugar donde se encontraban algunos de los elementos hurtados.
En el proceso ya había sido sentenciado Josué Fresneldo
Pacheco Bustamante, también ex patrullero, quien se allanó a cargos y el 18 de
abril de 2008 fue condenado a 13 años de prisión, por el delito de extorsión
agravada