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martes, 28 de enero de 2020

AIDA MERLANO, UNA NOVELA LLENA DE INTRIGAS, AMORES, CORRUPCIÓN Y UN DISEÑO DE SONRISA



En una casa esquinera del barrio Buenos Aires de Barranquilla se crió Aida Merlano Rebolledo, en ese humilde sector y a sus 15 años hizo sus primeros pinos en la política y bajo el amparo de la casa Gerlein, un detonante que 23 años después la llevaría a prisión. 

Su pasión por la política la llevó a convertirse en la coordinadora electoral de Gerlein en el sur de Barranquilla y más adelante en la ‘consentida’ de los hermanos Roberto y Julio Gerlein por su efectividad para conseguir adeptos.

A sus 19 años, esta joven conoció a José Manzaneda, un taxista con quien se casó y tuvo a su primera hija, Karolyne Manzaneda Merlano (Aida Victoria Merlano). Luego tuvieron un segundo hijo; Esteban, quien está próximo a cumplir 18 años.

La relación de Merlano con Manzaneda no prosperó por lo que se separaron y años más tarde inició otro amorío con el entonces concejal Carlos Rojano -también de la casa Gerlein- se casaron, pero este matrimonio tampoco funcionó. 

Su belleza, actitud rumbera y ansias de poder le abrieron las puertas a una aparente relación amorosa con Julio Gerlein, quien la apadrinó públicamente y la hizo ascender política y económicamente en la región.  

Para el año 2011, Merlano fue elegida como diputada y tres años después llegó al Congreso de la República como fórmula del conservador Roberto Gerlein.

En sus cuatro años como representante, Merlano no sobresalió. Según Congreso Visible, su última participación en un proyecto fue en mayo de 2017 y en una citación a debate de control político en junio de 2016.

En estos años sólo fue noticia por haber sido 'pillada', mientras presidía en la Comisión Segunda el debate sobre la llamada ‘Comunidad del Anillo’. De lo que dijo el general en el debate muy pocos se acuerdan, la actitud de Merlano nubló sus palabras, y en cuestión de horas el vídeo sobre el arduo trabajo de ella por controlar su cabello y realizarse una trenza ocupó los titulares nacionales.

Pocos meses después, más exactamente el 6 de mayo, la entonces congresista estuvo inmersa en otro escándalo por haber agredido al personal de la aerolínea Avianca que le negó el ingreso a la sala de abordaje puesto que ya que se había dado por terminado el proceso.

Merlano puso de presente su cargo y acto seguido golpeó e insultó a una de las empleadas. Un funcionario de seguridad que llegó para controlar la situación recibió un rasguño en su cara. Por estos hechos la Aeronáutica Civil la multó con una sanción de 4,5 salarios mínimos vigentes.

Posteriormente, para las elecciones del 2018, la entonces representante a la Cámara esperaba ser la sucesora del senador Roberto Gerlein quien se iba a retirar. Finalmente él abandonó el Congreso de la República y ella presentó su nombre en dichos comicios para ser la heredera de ese caudal electoral de los Gerlein.

Por su parte, el empresario Julio Gerlein respaldó la candidatura de Merlano. Adicional a esto, Merlano buscó el apoyo de otros de los pesos pesados de la política en el Caribe: los Char. 

Lo que viene después, es la caída de una bella mujer que ansiaba el poder sin darse cuenta en qué terreno caminaba. 

Aida Merlano fue acusada de compra de votos en la famosa Casa Blanca de Barranquilla y la Corte Suprema de Justicia la condenó a 15 años de prisión. Sin embargo, ella no se resignó a cumplir su pena. 

Merlano estaba recluida en la cárcel El Buen Pastor y el pasado 1 de octubre fue llevada al Centro Médico de La Sabana, en el norte de Bogotá, para asistir a una cita odontológica, desde donde se fugó descendiendo por una cuerda de un tercer piso.

La noticia causó revuelo nacional por la manera tan sencilla en que la excongresista huyó, y ahora, casi cuatro meses después, fue hallada en Maracaibo, Venezuela, en compañía de un hombre que sería el mismo que la ayudó a escapar.

Durante la captura le fueron incautadas dos pelucas rubias que, al parecer, eran usadas por ella para eludir a las autoridades, cinco 'smartphones' y dos teléfonos celulares de gama baja, así como varias simcards y un computador portátil.
El caso abre una nueva grieta en las relaciones entre Venezuela y Colombia, puesto que el Gobierno de Iván Duque no reconoce al de Nicolás Maduro, y precisamente fue un grupo especial conformado por él quien capturó a Merlano.

Por su parte, el presidente interino Juan Guaidó, a quien Colombia reconoce como presidente interino, se comprometió este martes a ayudar al Gobierno nacional con la extradición de la excongresita.  

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...