De.Edilberto Martínez Miranda
Granada, territorio
Guayupe / Aproximadamente dos milenios antes de Cristo empezó a florecer una
civilización tan importante como desconocida. Se trata de la Nación Guayupe,
cuyos integrantes poseyeron el friso entre los ríos Upía (límite con Casanare)
y Guayabero (límite con Guaviare), territorio que bordeando el piedemonte,
sobrepasa la vega del Ariari, hasta el sur occidente de la Reservación de la
Macarena. El Antropólogo Oscar Gonzalo
Londoño Díaz, en su documento Reconocimiento y prospección de la región del
Ariari, manifestó “que en el año de 1983, el Departamento de Antropología de la
Universidad Nacional, reconoció la
importancia de la riqueza arqueológica de la Región del Ariari. Una comisión de
antropólogos bajo la dirección de Santiago Mora, hicieron excavaciones en
Vistahermosa y Puerto Caldas, encontrando vestigios determinantes para el
reconocimiento de la cultura Guayupe, como uno de los principales grupos
sociales que poblaron el piedemonte llanero”. Con base en estas aseveraciones
podemos decir que Granada se encuentra dentro de las coordenadas de la Nación
Guayupe.
Conquista y
catequización / Conquistadores españoles
y alemanes de la Casa Welser atravesaron el territorio del Ariari desde 1535.
Jorge Spira, Nicolás de Federmann, Gonzalo Jiménez de Quesada y su hermano
Hernán Pérez de Quesada, Antonio Berrio y Federico Von Hutten penetraron esta
ruta en búsqueda infructuosa del dorado. Una centuria después Sacerdotes
franciscanos visitaron rancherías indígenas y poblados de blancos en su misión
evangelizador a mediados del siglo XVII.
Fundación de Boquemonte
/ Caucheros, quineros, petroleros, cazadores y aserradores a finales del siglo
XIX y principios del siguiente, antecedieron a Rosendo y Nieves Viatela,
matrimonio que proveniente de Purificación Tolima, fundó en agosto de 1937 a
Boquemonte, una posada que sirvió de alojamiento a vaqueros que arriaban
ganados y aserradores de la vega del río Ariari. Al morir Rosendo, sus deudos,
hacia 1946, la vendieron a Joaquín y Agustín Puentes, hermanos que permitieron
el asentamiento de otros colonos que hicieron florecer la aldea.
Familia de colonos. |
Violencia política /
Los ecos de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán bajaron con retardo de la
cordillera de los Andes hasta el pueblo donde convivían liberales y
conservadores. Al comenzar la década de los cincuenta, salieron a flote los
primeros brotes de violencia, cuando
grupos de gentes armadas provenientes de Villavicencio, Guamal, y San Martín,
apoyados por los terratenientes de la zona, comenzaron a merodear a Boca de
Monte y San Juan de Arama, con el ánimo de proteger a los conservadores. Las
provocaciones hicieron que los liberales acudieran a las guerrillas del Llano
para que los defendieran. El éxodo de una parte de la población civil no se
hizo esperar.
Planes de
rehabilitación / Luego de los enfrentamientos algunos pobladores regresaron a
comienzos de la década del cincuenta. El gobierno nacional implementó una
Reforma Agraria. Los colonos traídos por el Estado se sumaron a los que ya
trabajaban la tierra de manera espontánea y convirtieron a Granada y el Ariari
en un emporio productivo.
Avalamiento legal / El
3 de julio de 1955 el gobierno intendencial dictó el decreto 182 elevando a la
categoría de corregimiento el caserío de Boquemonte. El 23 de junio del año
siguiente se cambió este nombre por el de Nueva Granada, una idea del doctor
Sabogal, médico del puesto de Salud, apoyada por la comunidad. El 19 de
noviembre del mismo año, el decreto intendencial 299, elevó el corregimiento de
Nueva Granada a la categoría de municipio, este mandato fue ratificado, según
resolución del Ministerio de Gobierno 457 de diciembre 4 de 1956. El
subteniente Luís Alfonso Pabón asumió como primer alcalde del naciente
municipio.
Otros momentos / La
construcción de la escuelita y el nombramiento de doña Elvia Rojas de Carvajal
como primera maestra; la elevación del puente Guillermo León Valencia, su
posterior caída; la consolidación de cultivos como el arroz, soya, plátano y
cítricos, sumados a la producción pecuaria; la elección popular de alcaldes; la
presencia de fuerzas violentas de izquierda y derecha a partir de la década de
los ochenta y el crecimiento del comercio, son otros mojones de nuestra historia,
que precedieron este momento en que nuestra ciudad se apresta a vestir
pantalones largos.