Al menos 500
trabajadores están cerca de perder su empleo por los recientes ataques de la
guerrilla contra la infraestructura petrolera en Arauca.
En estos momentos la suerte de cerca
de 500 trabajadores del oleoducto Caño Limón - Coveñas está en vilo por la
decisión de la Occidental de Colombia de evaluar sus contratos ante el
incremento de las acciones de las Farc y el ELN, que ya suman más de 30
entre voladuras y abolladuras, tan solo
13 en este año.
Humberto Álvarez,
presidente de la Unión Sindical Obrera, aseguró que la decisión de la
Occidental es una masacre laboral y señaló que no es culpa de los trabajadores
la actividad de grupos violentos en la región.
El ministro de Defensa,
Juan Carlos Pinzón, anunció el refuerzo de la seguridad en las zonas en las que
tienen actividades las empresas petroleras, para evitar el despido masivo de
trabajadores.
Este
lunes, el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, hizo un nuevo llamado a apoyar el
proceso de paz con las Farc, para evitar que se sigan presentando situaciones
difíciles para los trabajadores en zonas de conflicto