Villavicencio. Pese a
que muchos jóvenes se ganan la
vida en las calles,
centenares de personas de la
mayor edad laboran como informales.
Lo más grave
del caso es que
buen número de ellos
por no tener patrón fijo,
carecen de los medios para subsistir y
un mínimo porcentaje está adscrito
al Sisben.
Estos
ciudadanos, constituyen un
treinta y dos por ciento, y en el caso de Villavicencio son mujeres cabeza de familia, sufren de hipertensión, depresiones, artritis,
desnutrición y otras dolencias.
Casi todos
pagan arriendo en humildes habitaciones, un treinta
por ciento tiene casa propia y
en los hogares se tiene cuando menos dos
hijos menores de
edad.
Más de
sesenta por ciento trabaja
como vendedor de baratijas, frutas, ropa para niños,
juguetes, venta de periódicos, tinto y
perico, empañadas, gaseosas,
hacen marionetas y piruetas en
los semáforos, lustrando zapatos y hacen
rifas.