Este lunes una jueza de
conocimiento dará el sentido del fallo en el proceso que se adelanta contra
Laura Moreno y Jessy Quintero. El juicio duró cinco años.
Después de cinco años
este lunes la jueza 11 de conocimiento de Bogotá dará inicio a la audiencia en
la que se conocerá el sentido del fallo en contra de las estudiantes Laura
Moreno y Jessy Quintero por su presunta participación y conocimiento en los
hechos que rodearon la muerte del joven Luis Andrés Colmenares Escobar el 31 de
octubre de 2010 en el parque El Virrey en el norte de la capital de la
República.
La funcionaria judicial
decidirá si condena o absuelve a las dos procesadas por el delito de homicidio
agravado en calidad de coautoras y falso testimonio –en el caso de Jessy
Quintero-. En su sentido de fallo la jueza deberá analizar varios aspectos
técnicos y jurídicos para definir la responsabilidad de las acusadas en este
mediático caso.
El primero de estos
será definir si la muerte de Colmenares Escobar se trató de un accidente –como
lo sostiene la defensa de las procesadas- o fue una acción causada por un
tercero, es decir homicidio –tesis de la Fiscalía General-. Para esto son
fundamentales las pruebas periciales practicadas por los investigadores y la
recreación del mismo caso.
Igualmente analizará
los 80 testimonios que se recibieron en el proceso penal –que ha tenido dos
cambios de juez- y las más de 150 pruebas documentales que se allegaron al
debate jurídico por parte de los sujetos procesales. Este aspecto de las
pruebas se divide en tres partes fundamentales.
La primera tiene que
ver con los hechos que sucedieron en la fiesta de disfraces en la discoteca
Penthouse en la zona T en el norte de Bogotá. Lo que sucedió después de salir
del establecimiento y el “operativo de búsqueda” que se emprendió después de conocer
que Colmenares Escobar había salido corriendo después de comerse un perro
caliente en la esquina de la calle 83 con 15.
En el juicio se
recibieron los testimonios de los amigos y compañeros del estudiante de la
Universidad de Los Andes quienes manifestaron que desde el primer momento
recibieron información directa y detalles por parte de Laura Moreno quien les
aseguraba que estaba corriendo detrás del joven.
Cuando se dirigían
hacía el parque El Virrey en dos camionetas aseguraron que Laura Moreno les
dijo que el joven se había tirado al canal de aguas lluvias. Esto motivó a que
iniciaran una improvisada búsqueda en el mismo caño y en los alrededores del
parque para verificar el paradero del joven universitario. Sin embargo, todo
fue infructuoso y no hallaron ningún vestigio de Luis Andrés.
Los amigos llamaron a
la Policía y a los bomberos para que los ayudarán en la búsqueda. Sin embargo,
tras dos horas, no se pudo ubicar al joven. Pero tampoco tuvieron éxito pese a
que ingresaron en el canal de aguas lluvias y rodearon la zona con el fin de
verificar el paradero del estudiante.
Y es aquí donde se
desprende el segundo punto de la importancia de los testigos que fueron citados
por las dos partes en el juicio. En las audiencias se escucharon las declaraciones
de los policías de los dos CAI que llegaron al lugar de los hechos, así como de
los integrantes de los dos cuerpos de bomberos que realizaron la búsqueda: el
primero, el de la madrugada del 31 de octubre de 2010 y el segundo que se
dirigió al sector horas más tarde.
Este segundo grupo fue
el que encontró el cuerpo sin vida del joven Luis Andrés Colmenares en el medio
del canal. En ese momento la investigación se centró en la versión del
accidente, es decir que el joven se había caído en la zona por la baja
luminosidad y después de emprender una carrera por cerca de seis cuadras bajo
los efectos de bebidas alcohólicas.
El tercer asunto sobre
los testigos tiene relación con las presuntas irregularidades que se habrían
presentado en el desarrollo de la investigación y que motivó que un año después
la misma se abriera por parte del fiscal 11 de la Unidad de Vida, Antonio Luis
González teniendo como base la exhumación hecha al cadáver por parte del médico
forense, Máximo Duque.
El entonces fiscal
sostuvo que las pruebas indicaban que la muerte de Colmenares había sido un
homicidio puesto que en su rostro y tórax aparecían heridas que dejaban
entrever que habían sido producidas por un tercero. Debido a esto presentó la
tesis sobre una golpiza que habría recibido en el parque El Virrey el joven,
cuyo cuerpo inconsciente fue arrojado al canal de aguas lluvias y su muerte se
presentó por ahogamiento.
Bajo esta teoría el
fiscal González le imputó cargos a Carlos Cárdenas, la persona que según él
había sido el encargado de propinarle los golpes a Colmenares Escobar en estado
de indefensión. Cárdenas fue absuelto en 2014 por un juez de conocimiento de
Bogotá y la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá por falta de pruebas.