Por lo que hace
a Villavicencio, se
dice que buscan el respaldo de sus huestes Juan
Guillermo Zuluaga y Lucy Contento, quienes
al decir de los entendidos quieren llegar a la alcaldía
de la capital, el primero de los mencionados con la mayor opción,
con base
en sondeos iniciales.
Aseguran que se intensificaron los amores entre
Germán Vargas Lleras y Darío
Vásquez y presuntamente el ex gobernador sería cabeza de lista para
el Senado.
Está en el partidor, reuniéndose periódicamente
con sus íntimos, Jaime Rodríguez
Contreras, quien tiene mucho
aliado en la alcaldía de
Villavicencio y mueve sus fichas sociales, políticas y económicas, ya que éste sabe
el poder que en un proceso
electoral tienen una buena financiación.
Maritza Martínez,
quiere repetir Senado y desde ya conforme
su equipo, mientras que en la
Gobernación proyectan a una joven figura, y los alancistas, seguramente
pondrán en movimiento la ficha de Angelo
Villamil, quien ha tenido
algunos inconvenientes por la falta
de contacto con sus electores.
Los verdes que no han
definido candidatos, semanalmente se
congregan, invitan personajes de la
vida nacional como Navarro Wolf y realizan campaña contra la corrupción, aunando firmas
para lograr un fin electoral.
Los conservadores tienen casa
aparte y con reservas esperan los
mejores días para adoptar conclusiones y
dar comienzo a su gestión.
El liberalismo, los
seguidores de Alan y los de la
“Dignidad”, se mantienen distanciados, y por tanto no se presagia advenimiento,
máxime cuando se estima que Jara Urzola se mantendrá en su cargo con el gobierno nacional. El Centro democrático tiene a Nohora y
Fernando lo repitentes en la próxima
campaña, pero Hernán Gómez con el máximo
potencial de votos, no deja de
trabajar en todo el Meta con afán
político.
El Polo está dividido en dos fracciones, los seguidores
de Jorge Robledo y los
amantes de Clarita, la
ex alcaldesa de Bogotá
y actual Ministra
del Trabajo.Empezarán a llegar los paracaidistas que como Andrade,
Benedetti, Galán, Uribe, Serpa, Pedraza, Lara, Gaviria y
demás, prometiendo ríos de leche
para que los sigan amamantando con
su voto y al final burlen al conglomerado que creyó
en sus promesas.