El embajador de la
República Popular de China en Colombia, Li Nianping, afirmó hoy que la decisión
de los tribunales de justicia de su país de aplicar la pena de muerte al
ciudadano colombiano Ismael Enrique Arciniégas, es de última instancia y no
procedería ninguna súplica de clemencia o apelación para detener dicha orden.
El diplomático dijo que el sentenciado fue condenado a la máxima
pena en el año 2013, tras ser hallado responsable de introducir cerca de 4
kilos de cocaína en junio de 2010, procedente de Dubai. (Lea aquí: Gobierno
lamenta decisión de China de ejecutar a
El embajador subrayó
que desde que se profirió la pena a Arciniégas, se aplazó en varias
oportunidades su ejecución, brindando todas las garantías jurídicas y del
Derecho Internacional Humanitario de equidad y justicia, manteniendo
comunicación fluida con la cancillería y las autoridades colombianas que apelaron
el fallo y pidieron clemencia para evitar su condena a muerte.
“En el caso de
Arciniégas, la parte China ha manifestado el principio de buena fe desde su
condena hasta la orden de ejecución“, acotó el embajador Li Nianping, quien
resaltó que en este momento las relaciones diplomáticas con Colombia son las
mejores en toda su historia, por lo cual confió en que este hecho no las
altere.
El diplomático advirtió
que su país no tiene como política matar, pero lo que se busca con la
aplicación de esta sentencia es disuadir a las mulas y narcotraficantes que
pretendan entrar anfetaminas, marihuana, cocaína y otras drogas sintéticas, de
que se les aplicará la ley que es muy severa con este delito.
Agregó que actualmente
hay en China 130 colombianos detenidos en las cárceles de ese país, de los
cuales 5 están sentenciados a la pena de muerte. Añadió que en estos momentos
se negocia con las autoridades colombianas un convenio de repatriación que
permitiría el regreso al país de estas personas que continuarían pagando sus
penas. “Este convenio está en su etapa final y esperamos al finalizar el primer
semestre se firme“, agregó el embajador.