De Semana.com
La investigación por el asesinato del conductor de la
directora de ‘Noticias Uno’ reveló datos escabrosos de la banda que lo
descuartizó.
El atroz crimen del
conductor de Cecilia Orozco En este
sector del sur de Bogotá, conocido como “cuadra alegre”, fue asesinado y
descuartizado Miguel Ángel Perdomo. La banda responsable del crimen estaría
involucrada en otros hechos similares. Foto: Alejandro Acosta
Los detalles del crimen
son macabros. Todo comenzó a mediados de octubre del año pasado cuando Miguel
Ángel Perdomo no llegó a su trabajo como todos los días. Era el conductor de
Cecilia Orozco, directora de Noticias Uno y columnista de El Espectador.
En cuestión de horas la
búsqueda inicial dio paso a un hallazgo aterrador. Personal de la empresa de
aseo así como un indigente le avisaron a la Policía que habían encontrado
partes de un cuerpo en bolsas de basura arrojadas en tres zonas diferentes de
Bogotá. Tras varios días de análisis los forenses de Medicina Legal
corroboraron lo peor: se trataba de Perdomo.
Allí la Policía y la
Fiscalía encendieron las alarmas: la hipótesis inicial señalaba que semejante
crimen, cometido con sevicia extrema, podría esconder una advertencia o una
amenaza contra la experimentada periodista o los medios en que trabaja, debido
a las constantes denuncias que realiza.
Por ello ambas
instituciones conformaron un equipo con los mejores hombres de la Sijín de la
Policía de Bogotá y varios fiscales para dar con los responsables y determinar
las causas del asesinato. El miércoles de la semana pasada, tras cuatro meses
de pesquisas, el misterio quedó resuelto.
A los forenses les
llamó la atención la forma como fue descuartizado el cuerpo, especialmente
porque los cortes que tenía eran “limpios”, lo que significaba que los había
realizado alguien que con seguridad ya había cometido un crimen de estos.
Los investigadores se
dedicaron inicialmente a precisar dónde estuvo Perdomo en su última noche con
vida. Al analizar la localización del celular determinaron que pocas horas
antes de su muerte estaba por inmediaciones de la avenida Primero de Mayo, una
zona del sur de la capital conocida popularmente como “cuadra alegre”, debido a
la gran cantidad de bares y burdeles que funcionan allí.
En el siguiente paso
ubicaron las cámaras de seguridad del sector y tras analizar decenas de horas
de grabación lograron ver a Perdomo caminando por el lugar. Allí pudieron
observar cómo un hombre, cuya imagen no aparece con claridad, abordaba al
conductor en la vía pública y tras conversar brevemente con él lo convencía de
entrar a un bar. Con este dato los investigadores fueron al sitio y realizaron
decenas de entrevistas, pero no lograron conseguir mayor información. Los
sabuesos intuyeron que el bar era clave para saber qué pasó con el conductor.
Decidieron, entonces, que uno de sus hombres se infiltrara en el lugar. Durante
semanas acudió simulando ser un cliente y logró ganarse la confianza de una de
las mujeres que atendían allí.
Ella le contó al
infiltrado que Perdomo había muerto y lo habían descuartizado en el lugar. Dijo
que el hombre que lo abordó se llamaba Arnulfo Flórez, conocido como Perra
Flaca, y que era parte de una banda. Su labor consistía en “cazar” incautos en
la calle y hacerlos entrar al bar. Allí sus secuaces ponían burundanga en los
tragos para asaltarlos y saquear sus cuentas. La mujer también contó que la
noche que Perdomo estuvo, cometieron un error y le dieron una dosis muy alta,
por lo que murió sobre una de las mesas.
Como el bar estaba
abarrotado, el administrador, otro miembro de la banda, dio la orden de
amarrarlo a una silla para simular que estaba borracho mientras el sitio se
desocupaba. A las 6:30 de la mañana del domingo 16 de octubre, cuando salió el
último de los clientes, llevaron el cuerpo de Perdomo a uno de los cuartos y
llamaron a otro compinche, el Carnicero, conocido así porque esa es su
profesión. Él se encargó de descuartizar con enorme destreza el cuerpo, con lo
que las sospechas iniciales quedaban confirmadas. A cambio de 3 millones de
pesos otro hombre sacó las partes en bolsas y las dejó en diferentes sitios de
la ciudad.
Con estos datos las
autoridades comenzaron a buscar a Perra Flaca, y la semana pasada lo capturaron
en Granada, Meta. Ahora persiguen a los demás integrantes de la banda, ya
fueron completamente identificados. Sin embargo, para los investigadores es
evidente que Perdomo no fue la primera víctima de estos criminales. Aunque no
es claro el número de personas que drogaron para robarlas, hay serios indicios
que demuestran que el conductor no habría sido el único descuartizado por el Carnicero
y sus compinches. Los investigadores tratan de establecer si por lo menos
cuatro cuerpos más, que aparecieron en condiciones similares hace pocos años,
cayeron en manos de estos cinco bandidos capaces de matar y descuartizar a
sangre fría.