Un fiscal de la Unidad
delegada ante la Corte Suprema de Justicia decidió suspender indefinidamente la
imputación de cargos al excomandante del Ejército general (r) Mario Montoya,
acusado de presuntamente omitir los controles dentro de la institución en
varios casos de ejecuciones extrajudiciales.
El ente acusador
estudiará nuevas pruebas, que se entregaron por parte de la defensa a la
Fiscalía el pasado viernes en una diligencia de ampliación de interrogatorio
rendida por el exoficial.
Tras la indagación de
las pruebas entregadas por la defensa de Montoya, el ente acusador deberá
determinar si continúa con la imputación de cargos, o por el contrario se
abstiene de llevar a cabo la judicialización del general (r).
Según la Fiscalía, el
exoficial presuntamente no tuvo en cuenta las recomendaciones de diferentes
entidades que advertían sobre la práctica de ‘falsos positivos’ dentro de la
institución. Razón por la cual había solicitado la imputación de cargos ante el
Tribunal Superior de Bogotá.
“Con el material
recaudado en la investigación se ha podido establecer que el general Montoya
tenía conocimiento de las irregularidades que se estaban presentando a través
de las quejas, denuncias y alertas que se venían instaurando por familiares de
las víctimas, organismos estatales y no gubernamentales de defensa y promoción
de derechos humanos”, señala un documento de la Fiscalía frente a los hechos
referenciados en el periodo entre 2006 a 2008.
Según el ente
investigador, el General actualmente retirado en su condición de Comandante del
Ejército, debía ser “garante de la vida e integridad física de los integrantes
de la población civil”. Sin embargo, de acuerdo con la teoría de la Fiscalía el
exoficial puso en práctica una política de presión de resultados dentro de la
Fuerza Pública, que puso en riesgo a la población.