Un fiscal que era socio
de los Rastrojos y dos agentes del CTI que realizaban allanamientos ilegales
para extorsionar comerciantes fueron capturados en Valledupar este jueves por
funcionarios de la Dijin dela Policía. En el primer caso, las autoridades
identificaron que un fiscal local habría hecho parte de la nómina desde 2006 de
la nada criminal que tenía azotada a la región.
Según la Dijin, entre
2006 y 2012 el fiscal habría suministrado información confidencial de
expedientes a miembros de los Rastrojos que tenían investigaciones penales en
los departamentos de Cesar, Santander y Norte de Santander. Asimismo, en las
pesquisas se determinó que el funcionario judicial uso su cargo para
transportar cargamentos de droga a distintas zonas del país a cambio de grandes
sumas de dinero.
La captura del fiscal
se logró luego de que varios miembros de los Rastrojos que fueron capturados en
los últimos meses lo mencionaran en distintos juicios y declaraciones. El
funcionario será procesado por los delitos de los cohecho propio, concierto para
delinquir y concusión.
Frente al caso de los
dos agentes del CTI, la Fiscalía los procesará por los delitos de falsedad
ideológica en documento público, hurto y secuestro extorsivo. Los
investigadores de la Dijin evidenciaron que los dos hombres sutilizaban órdenes
falsas de allanamientos para ingresar a locales de varios comerciantes de del
departamento de Cesar.
Los dos agentes, que
pertenecían a la Unidad de Chiriguaná del CTI, ingresaron a la finca “Pachito”,
ubicada en La Jagua de Ibirico (Cesar) y se apropiaron de una mercancía que al
parecer era de contrabando y estaba avaluada en $45 millones. En ese
procedimiento también retuvieron al dueño de la finca y le exigieron $30
millones para dejarlo en libertad, devolverle la mercancía y librarlo de cualquier
problema judicial.