Jesús Rafael Vergara renunció a seguir defendiendo a las víctimas en el caso de la Comunidad del Anillo. El Espectador.
Jesús Rafael Vergara,
representante de las víctimas en el caso de la Comunidad del Anillo, dio a un
paso al costado porque, según él, ya no tiene garantías y su vida está en el
filo de la muerte. Su renuncia se dio luego de que una fuente le avisara de un
supuesto plan para asesinarlo ayer, en la firma de libros que realizó la
periodista Vicky Dávila en el lanzamiento de su última publicación, llamada “En
honor a la verdad”. En entrevista con este diario, el defensor de los padres de
la cadete Lina Maritza Zapata, asesinada por supuestamente denunciar la
Comunidad del Anillo, y del capitán Ányelo Palacio, le dijo a este diario que
nada iba a suceder con la investigación penal porque en la Fiscalía también
existía otra red, llamada los Caballeros de la Rosa.
¿Por qué renunció a
seguir siendo defensor de víctimas en el proceso que se adelanta por la
denominada Comunidad del Anillo?
No hay garantías para
el ejercicio de la profesión de abogado. Estamos pidiendo la solidaridad de los
colegas, las firmas de abogados. Se viene corroborando lo que dijo la
periodista Vicky Dávila el pasado jueves: la llamada que hizo el fiscal general
encargado, Jorge Perdomo, al exviceministro del Interior Carlos Ferro (según la
periodista, Perdomo le confirmó que, luego de una entrevista que Ferro le dio a
Blu Radio, lo llamó para felicitarlo y decirle que gracias a sus declaraciones
Colombia era más liberal y democrática). También encontramos una relación entre
lo que es la Comunidad del Anillo y lo que, según denunció el periodista
Ernesto Yamhure, se conoce como los Caballeros de la Rosa, una red que existe
en la Fiscalía.
¿Quién lo amenazó?
A mí me han amenazado
desde hace mucho tiempo. Desde el 2014 he venido denunciando y la Fiscalía no
ha puesto el mínimo de atención a mis denuncias. El jueves en la noche me
enviaron el mensaje de que no podía asistir a la firma de libros que iba a
realizar Vicky Dávila en la Librería Nacional de Unicentro, porque iban a
atentar contra mi vida.
¿Cómo recibió ese mensaje?
Ese mensaje me lo
hicieron llegar a través de una fuente, a quien le tengo que reservar la
identidad para garantizarle la vida.
Entonces, ¿no fue ni
por correo electrónico ni por mensaje de texto?
No. Los otros mensajes
de amenazas sí me han llegado por correos electrónicos. Yo tengo las copias, e
inclusive me han hecho algunas por llamadas electrónicas. Este último me llegó
a través de una fuente que está muy enterada de un plan que tenían para
asesinarme. Ellos se enteran de lo que yo hablo por teléfono porque tienen
chuzadas mis comunicaciones. Por ese motivo, seguramente quienes me tienen
intervenido sabían que asistiría a la firma de libros de Vicky Dávila.
¿Cómo va el proceso de la Comunidad del Anillo?
El proceso está
dividido en dos partes. Una es la investigación por la muerte de la cadete Lina
Zapata, en el que la Fiscalía sigue adelantando averiguaciones. Y otro por la
Comunidad del Anillo (la presunta red de prostitución en el interior de la
Policía). Pero en el momento no se ha tomado ninguna determinación. Se habló de
llamar a interrogatorio al coronel (r) Jerson Jaír Castellanos y al mayor
Wílmer Torres Orjuela. Pero no se ha avanzado nada. Yo sólo espero que la
Fiscalía impute cargos por la manipulación de la escena de la muerte de Lina
Zapata, un hecho que es muy evidente y ya está comprobado.
¿Cómo calificaría el avance del proceso?
Muy lento. Estamos
hablando de un caso que ocurrió en 2006. Se cerró y se reabrió en 2012 y el
expediente se perdió. Ahora se está tratando de recomponer. Pero es tarde, ha
pasado mucho tiempo para que la Fiscalía tome una decisión. También creo que
por la falta de garantías no se ha tomado ninguna decisión.
¿Por qué tomó la decisión justo después de la entrevista de
Vicky Dávila en la W?
Porque la amenaza más
concreta ocurrió ayer. Tenían un sitio y una hora definidos para matarme. No
hay garantías, y eso lo digo por lo que el fiscal Perdomo le dijo al
exviceministro Ferro. Más que, como abogado, tomo esta decisión como ciudadano.
Usted ha dicho que
desde hace varios años ha recibido amenazas. ¿Cuál es la respuesta de la
Fiscalía y de la Unidad de Protección?
Yo tengo un esquema de
seguridad. Pero desde enero pedí que lo reforzaran y es la hora que no me han
contestado. Ellos han desconocido todos mis clamores, he hecho varias
solicitudes, inclusive con el acompañamiento de la Oficina del Alto Comisionado
de la ONU, y no me han puesto el mínimo de atención.
¿Ha pensado en salir del país?
Sí. Estamos pensando en
esa posibilidad si la situación se complica más, y por eso he hecho
acercamientos con algunas embajadas. También he recibido ayuda de
organizaciones de abogados y de ONG, pues ellos quieren que esta lucha que se
está dando no se deje a un lado por una amenaza de muerte.
Con su renuncia, ¿en
qué queda el proceso de la Comunidad del Anillo?
Esto era lo que
buscaban ellos. Que la persona que había estado detrás de todo el proceso se
retirara. Ahora el tema se va a enfriar y es probable que siga muchos años sin
ninguna decisión.
¿De qué manera está
sorteando esta situación?
Esto es muy complicado.
La familia se afecta, pero ellos son solidarios. Esto es difícil de manejar,
sobre todo con tantas amenazas. Yo era consciente del riesgo que significaba
llevar estos casos, pero hasta ayer lo soporté. La amenaza era muy concreta y
lo que nos demostró es que las amenazas no sólo son para los periodistas, sino
también para los abogados. Ya no se puede abordar este tema ni a nivel
periodístico ni a nivel jurídico.
¿Qué viene para usted
ahora?
Me toca replantear mi
vida. Estoy buscando el apoyo de las personas solidarias. Pero ahora me toca
estar pendiente de las personas que no quieren que se sepa la verdad. Me llevo
una gran frustración.