Las autoridades indagan
la presunta participación de un cura y un docente en los episodios de tortura y
abuso contra menores de edad en una casa de Ciudad Bolívar.
D El Espectador.
La audiencia de Fabio
Andrés Pedraza se llevó a cabo la semana pasada en la URI de Tunjuelito.
Ha comenzado a
develarse el misterio detrás del episodio de abuso y tortura contra cuatro
niños en una casa del barrio Meissen, de Ciudad Bolívar. En la tarde de ayer
Noticias Caracol reveló la confesión de Fabio Andrés Pedraza, el joven de 19
años sindicado de abusar de cuatro menores de edad, entre éstos su hija, de 17
meses. Pedraza, quien está recluido preventivamente en la cárcel Modelo, no ha
aceptado los cargos por abuso, tortura, concierto para delinquir y acceso
carnal violento.
Sin embargo, en las
nueve hojas en donde quedó registrado su testimonio aparece que dentro de la
casa sí hubo abusos, supuestamente relacionados con ritos satánicos: “A mi
cuñado, el más pequeño, le quemaron con soplete la espalda; a una niña, que se
llama D, le quemaron un pie; a ‘AAA’ la cortaron con un bisturí en la parte del
estómago, y a mí me chuzaron el brazo derecho. A mi hija , desde que nació,
ellos nos obligaban a rasparle sus partes íntimas hasta sacarle sangre para
nosotros beber y darle a otras personas. Han venido personas de otros países,
de Inglaterra, japoneses, brujos de Haití, Estados Unidos”.
En la declaración
Pedraza acepta que su esposa, Luisa Fernanda Vásquez, también participó en los
ritos. “Lo que hicieron con mi esposa es que tenía que conquistar hombres y
llevarlos allá (...) también nos mandan a reunirnos en casas para hacer
brujería en contra de personas. Esas brujerías constan de echarles cianuro y
huesos raspados a las comidas”, dijo. De acuerdo con el sindicato, tanto él
como su compañera eran “obligados” a formar parte de los cultos satánicos.
La pareja vivía en una
casa en arriendo, cuyo propietario es Luis Eduardo López. Pedraza, quien dice
ser cristiano y trabajaba como cotero, relató que existe una batalla religiosa
en el sector: “También digamos que pelean con los cristianos, a destruir la
iglesia cristiana, envían, los infiltran y los ponen como celadores en la
iglesia para en la noche mandarles maldiciones a la iglesia para que la
arruinen…”, dice el documento.
Uno de los datos más
preocupantes que menciona Pedraza es que dos profesores de un colegio de Ciudad
Bolívar estarían involucrados en la secta: “Hay dos profesores del colegio X de
Ciudad Bolívar, un profesor es de religión y por fuera es cura y practica brujería.
Hay un profesor que es de inglés”, dijo. Los nombres de los docentes y del
colegio no fueron revelados por solicitud de la Fiscalía.
Mientras se define el
proceso judicial de Pedraza y su pareja, la Fiscalía está realizando
entrevistas a presuntos implicados y familiares de los niños, que están bajo
custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
La confesión de Pedraza
también hace alusión a familiares de su hermano: “Hay un primo de la mujer de
mi hermano y él también se viste de negro, es metalero. En una esquina se la
pasa con unos metaleros”. Los metaleros, dice, realizan conciertos: “Ellos lo
hacen para llamar a más personas para que hagan lo mismo”. Ante la pregunta
sobre los ritos, dice que se reunían en el sector de las tres cruces, en el
barrio Meissen.
En las primeras
declaraciones de Pedraza ante la Sijín aparece que en la casa se llevaban a
cabo orgías y se consumían estupefacientes. La semana pasada Medicina Legal
confirmó que los niños, de 11, 12 y 13 años —y la bebé de 17 meses— tenían
quemaduras y heridas, así como signos de abuso sexual. Los niños son sobrinos
de Luisa Fernanda Vásquez, quien fue capturada después de dar a luz en el
Hospital de Kennedy. De acuerdo con el ICBF, hasta octubre de este año se han
presentado 855 casos de maltrato y 872 por abuso sexual contra menores de edad.