Aunque se ha moderado
el aumento en la morosidad del crédito comercial -el que más pesa-, lo cierto
es que en los otros segmentos está creciendo a más del 20%.
De
PORTAFOLIO
Como ya se venía
anticipando, el cambio de año aún no trae un ajuste significativo en el
comportamiento de la cartera del sistema financiero.
De hecho, la morosidad
continúa creciendo a tasas altas, pues a pesar de que se ha contenido un poco
en el segmento comercial, en los de consumo y de vivienda se ha acelerado en
los últimos meses.
Los datos más recientes
de la Superfinanciera, que corresponden a enero pasado, muestran que el saldo
de cartera vencida a más de 30 días de los establecimientos de crédito ya
superó los 20 billones de pesos.
Esto representa un
incremento real anual de 24,5 por ciento, aunque está creciendo a menor ritmo
que en el 2017, cuando hubo meses en los que superó el 40 por ciento.
Como proporción del
total de créditos se vio un aumento, pues la cartera vencida representa el 4,56
por ciento, comparado con el 4,3 por ciento de diciembre, y el 3,78 por ciento
de enero del 2017.
Esto obedece a que la
mora creció diez veces más que la cartera total, cuya expansión en enero fue de
2,44 por ciento real (6,21 por ciento nominal), y se ubicó en 436 billones de
pesos.
Sin embargo, la
historia que traían los saldos en mora es un poco diferente por estos días. El
grueso del deterioro del crédito durante el 2017 estuvo asociado a la cartera
comercial (que representa el 54 por ciento de la cartera).
Como se recuerda, hubo
grandes deudores en problemas, entre ellos Electricaribe, Ruta del Sol, los
sistemas de transporte masivo, y otro tipo de empresas.
A estas alturas, las
entidades han hecho provisiones sobre estos préstamos, en algunos casos se han
recibido algunos pagos, y otros están en acercamientos para normalizar la
cartera.
Precisamente, los
saldos en mora en esta modalidad ya van en 9,6 billones de pesos, 27 por ciento
más que hace un año, tasa de crecimiento mucho más baja que la del 2017.
Pero ahora, los segmentos
que llaman la atención por su aumento más reciente en la morosidad son el de
consumo y el hipotecario.
En el primer caso, las
obligaciones vencidas aumentaron 22 por ciento, a 7,47 billones de pesos,
presionadas principalmente por las tarjetas de crédito.
Entre tanto, los
créditos de vivienda en mora aumentaron 27 por ciento en el último año, y ya
van en casi dos billones de pesos.
En medio de esta
situación, las entidades financieras han seguido aumentando sus niveles de
provisiones, lo que afecta sus resultados financieros.
Así, el saldo de
provisiones ya superó los 25 billones de pesos, lo que quiere decir que la
cobertura es del 128 por ciento.