Colombia es el único
país en el mundo en el que los residentes médicos no reciben remuneración
económica, pese a que son una importante fuerza laboral en los hospitales
universitarios.
Se estima que en
Colombia cerca de 5.000 residentes, además de pagar el costo de la matrícula de
su especialidad, deben costear su alimentación, seguridad social y, en muchos
casos, vivienda. En promedio la residencia puede durar entre tres y cuatro años
que, sumados a los de la carrera profesional y las prácticas, representan más
de 10 años de trabajo que no son compensados con un pago justo.
Para hacerle frente a
esta situación, el médico José Ricardo Navarro, profesor de la Facultad de
Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, y presidente de la Sociedad
Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), explicó que se radicó en el
Congreso de la República un proyecto de ley que busca instaurar el pago de por
lo menos tres salarios mínimos para los residentes médicos, además de seguridad
social y prestaciones sociales
“El residente debe trabajar donde sea para
solventar las deudas que ha adquirido para su formación universitaria, lo que
puede ocasionar que pierda humanismo por la profesión al ver el trabajo en los
centros médicos como una obligación”, dijo el doctor Navarro.
Además, el proyecto
propone que las matrículas tengan límite, es decir, que no haya abuso por parte
de las universidades en altos costos para cursar una especialidad, puesto que,
según datos de la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir), en
Colombia están alrededor de los 25 millones de pesos.
La iniciativa es
apoyada por varias organizaciones, entre las que se encuentran la Anir, la
Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame) y la Federación
Médica Colombiana (FMC), entre otras.
La representante a la
Cámara, Sara Elena Piedrahita, del Partido de la U, es la autora de este
proyecto de ley por medio de cual se crea el Fondo Nacional de Residencias
Médicas y se reglamenta el Sistema de Residencias Médicas en Colombia, que ya
superó los dos debates en Cámara de Representantes y está pendiente de rendir
ponencia para primer debate en el Senado.
Según explicó el
senador Roy Barreras, los recursos provendrían del dinero disponible en el
fondo de los premios y loterías que no se han adjudicado, es decir que no han
sido reclamados. También sería financiado, según el texto radicado y presentado
en Cámara de Representantes, con recursos del presupuesto nacional, dineros
destinados a financiar el programa de becas crédito y aportes de las IPS en las
que los residentes realicen sus prácticas.