Germán Vargas Lleras,
Iván Duque, Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez pidieron al gobierno del
presidente Juan Manuel Santos poner fin a los diálogos con el Ejército de
Liberación Nacional (Eln).
Tras conocerse
informaciones en fuentes cercanas a la Fiscalía de que esa organización
subversiva estaría detrás de los atentados en Barranquilla y Soledad
(Atlántico), en los que cinco agentes de la Policía murieron y más de 50
civiles resultaron heridos, los dos candidatos presidenciales manifestaron que
no se puede continuar negociaciones con esa guerrilla.
La indignación también
fue mayor luego de que se conoció una declaración pública en la que los mismos
alzados en armas se atribuyeron los hechos de violencia.
El presidente Juan
Manuel Santos, a través de su cuenta de Twitter, informó que se estaba
confirmando la veracidad del comunicado de la guerrilla adjudicándose los
atentados.
Pero entre tanto,
Vargas Lleras, Ramírez, Duque y Ordóñez, fueron los candidatos presidenciales
que con mayor contundencia reclamaron el fin de la negociación con el Eln.
“No puede el gobierno
en estas condiciones reanudar las negociaciones con el Eln, debe reaccionar con
determinación y autoridad. No puede el país repetir la historia del Caguán”,
trinó Vargas Lleras en su cuenta de Twitter.
Duque, el candidato del
uribismo, dijo que “el gobierno debe acabar inmediatamente con la comedia de la
mesa de diálogo en Ecuador”.
Por su parte, Marta
Lucía Ramírez, en un video a través de su cuenta de Twitter, aseguró que
"el Eln no tiene voluntad de negociar" y le solicitó al presidente
Santos "suspender de manera indefinida, y hasta que llegue un nuevo
Gobierno este proceso de negociación".
Ordóñez, por su parte,
recriminó el atentado y aseguró: "Matan a nuestros policías y a la vez
reiteran su voluntad de paz. En mi Gobierno estarán donde merecen: la cárcel.
No negociaré un centímetro de la patria con el Eln".
En varias ocasiones las
conversaciones se han visto sorprendidas por hechos de violencia, pero el
gobierno insiste en mantener las expectativas de lo que llama “una paz
completa”, es decir, con todos los actores alzados en armas.
Apenas el pasado 10 de
enero el presidente Santos se vio obligado a pedirle a su equipo negociador en
Quito que regresara a Bogotá para evaluar la situación, luego de que el Eln
perpetró varios atentados en Arauca y Casanare, contra la infraestructura.
La semana pasada el
equipo retornó a la capital ecuatoriana para reanudar los diálogos, pero solo
tres días después el clima de escepticismo volvió a tomarse la mesa y la fase
concluyó.
Las acciones violentas
del Eln están llevando a que el tema sobre la búsqueda de la paz se meta de
nuevo con fuerza en la campaña presidencial con sesgos negativos en muchos
casos.
Vargas Lleras, y Duque
desde el uribismo, son los más duros críticos de los beneficios para la
guerrilla. Sus críticas han estado dirigidas especialmente a algunos aspectos
del acuerdo con las Farc, pero las acciones de violencia del Eln endurecen sus
críticas, en general, contra el manejo de las guerrillas.