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martes, 31 de octubre de 2017

CORONEL JOSE DAVID GARZÓN DAZA, SU GUARDIA A PARTIR DE AHORA SERA CELESTIAL.



Un primero de mayo del año 1968, llegaba  a este  mundo, en la entonces tranquila y paradisiaca ciudad de Acacías, producto del amor y de la unión de PEDRO EMILIO GARZON Y MARIA DAZA, quienes no ahorraron esfuerzo alguno, para darle la más modesta bienvenida, llena de amor y regocijo a su hijo JOSE DAVID.
Muy pronto fue tiempo de ir a las aulas de su Acacías natal, donde estudio su primaria como se decía antes, y luego su bachillerato en el Colegio Pablo Emilio Riveros.
 Se desposo con Cecilia Ortiz Gómez de cuya unión, quedan dos hermosas y adorables hijas Alejandra y Valentina, una de ellas igualmente baleada en el luctuoso hecho donde su padre perdió la vida, asesinado por delincuentes, llegados de otras lugares de Colombia, en este caso el asesino  provenía del departamento de Risaralda, y en su haber, contaba con la comisión de seis delitos penales, entre ellos homicidio, porte ilegal de armas, tráfico de estupefacientes entre otros, según dijo la policía nacional a este medio de comunicación.
En el año de 1989, ingresó a la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional donde egresó como subteniente de la institución, para durar 25 años prestando sus servicios en la policía nacional, de donde egreso hace tres años con el Grado de Coronel Full; en su haber se pueden apreciar un sinnúmero de reconocimientos, condecoraciones y distinciones, que dicen por si solas, la calidad de ser humano que fue como persona, hijo, esposo, y padre, dice Cecilia su esposa, quien no da crédito al igual que su señora madre de lo sucedido.
En su corto pero fructífero paso por la institución Policia nacional se distingue, entre otros muchos cargos haber sido oficial de la Policía Metropolitana de Bogotá, del valle de Aburra, de Bucaramanga del departamento de Policía  Vaupés.
Sus amigos y compañeros lo destacan por haber sido un buen amigo, lleno de atributos, como su inmensa sinceridad, honestidad pero sobre todo, la más infinita lealtad a su POLICIA NACIONAL, la misma que le enseño, que debería cumplir con lo ordenando por la Constitución Política de Colombia, “ Las Autoridades de Colombia están estatuidas para cuidar la vida honra y bienes de las personas residente en Colombia.” Pero para él este artículo no funcionó, paradójicamente pudo más el poder de la delincuencia la misma que el combatió desde que empezó a portar con orgullo su verde Oliva, entre otros trajes, con los cuales dice su esposa orgullosamente los portó con dignidad y afectación.

En sus honras fúnebres lo velan y cuidan compañeros de su amada policía, pero ya mañana, su guardia será celestial, a lo mejor al lado de su padre Pedro Emilio Garzón. Feliz viaje y desde donde estés, si puedes hacer algo positivo por nuestra amada Colombia, no lo dejes de hacer. Paz en Su tuba…

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...