El presidente de la
Central General de Trabajadores -CGT-, Julio Roberto Gómez, afirmó que una
propuesta digna para los 1.3 millones de empleados que devengan el salario
mínimo es un incremento cercano al 10% para el próximo año.
Con esta propuesta
comienza a calentarse la discusión sobre el aumento del salario mínimo para el
2018, que comenzará en firme a partir de los primeros días de diciembre.
El dirigente sindical
se mostró en desacuerdo con la propuesta que había esgrimido hace algunos días
la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), sobre que el
incremento salarial no sobrepase el 4,5%.
“La tesis de que un
incremento mayor al 4,5% termina por golpear el desempleo fue evaluada en 2013,
cuando se acordó un incremento de 4,5% y la inflación fue de 1,94%. Lo más
digno para los trabajadores es un aumento de 5 puntos por encima de la
inflación”, explicó.
Dijo por tanto que un
buen aumento rondaría el 9,5% o incluso el 10%.
Este aumento del 10%
equivaldría a cerca de $80.000.
Cabe recordar que el
incremento del salario para este año fue del 7% en parte por la disparada de la
inflación, derivada del Fenómeno del Niño y del paro camionero.
De otra parte, el
dirigente sindical señaló que será indispensable abrir el debate al problema de
la tercerización laboral debido a que en Colombia proliferan los denominados
‘contratos basura’.
“Lo cierto es que hoy
la mayoría de las actividades laborales en el país están tercerizadas, y en
muchos casos sin ninguna clase de protección porque la tercerización laboral es
el desconocimiento de los derechos de los trabajadores”, sostuvo.
Dijo que es urgente
tratar este tema al interior de la comisión de concertación salarial. “Yo creo
que es lo pertinente que miremos realmente en qué sectores se viene
tercerizando el trabajo”, indicó.
Por su parte, el
presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, indicó que el debate debe de ir
dirigido a la especialización en algunas de las áreas o profesiones, sin dejar
de lado la protección a los derechos de los trabajadores que debe ser un
imperativo en el país.
“Si tenemos un país más
competitivo vamos a ser capaces de crear mejores condiciones de empleo y de
reducir la informalidad”, apuntó.