Rosendo Rey, personero del municipio de
Cumaribo Vichada, reportó el caso de dos niños con desnutrición severa; entre
ellos el de un menor de diez meses que pesa apenas cuatro kilos y quien tiene
ceguera a causa de la desnutrición, infección micótica en la piel y neumonía.
Un caso tan severo que
no puede ser atendido por el hospital local de Cumaribo y por esta razón se vio
obligado a pedir ayuda a la Fuerza Aérea para que les suministre un avión
medicalizado que traslade al bebé a Villavicencio o Bogotá.
Según el personero
Rosendo Rey, estos casos no son más que una pequeña parte de la alarmante
situación humanitaria de los indígenas vichadenses.
Dijo que no hay
alimentos en los resguardos del pueblo sikuani.
Tan grave es la
situación que, según él, “está a punto de desaparecer a causa de la
desnutrición”; una situación igual de calamitosa que la de los Wayúu en La
Guajira.
En lo que va corrido
del año, en Cumaribo, tres niños indígenas han muerto por causas asociadas a la
desnutrición y ocho más han sido detectados y tratados.
Estos solo son casos
registrados en apenas tres de los 21 resguardos del municipio, y eso porque han
logrado convencer a los líderes de estas mismas comunidades indígenas para que
permitan sacar al paciente con sus padres para ser atendido por la medicina
científica occidental.
Afirmó que por lo
extenso del municipio y lo lejano y difícil del acceso a cada uno de los
resguardos ya por razones geográficas o por el prejuicio cultural de los
propios indígenas hacia todo lo relacionado con Occidente, las cifras oficiales
podrían ser apenas el 30% del total lo cual, en palabras del propio personero,
haría del hambre de los niños indígenas de Cumaribo un caso peor que el de La
Guajira.