Después de acudir a los
templos católicos a donde llegan por tradición, por respeto y por convicción, mis familiares, buenos amigos,
como la gran mayoría de los colombianos, para escuchar la disertación de los
temas bíblicos abordados por los sacerdotes o miembros de la sociedad, civil,
por decirlo así, que en ocasiones participan. En muchas de ellas, con mensajes
de bastante profundidad, bíblica y filosófica, en otras ni chicha ni limonáa como
lo dijera el de los bigotes de Santander.
Se llega nuevamente a realidad,
del dia a dia, como es el trabajar para la consecución del diario, por así
decirlo.
En el caso de
Gilbertdaiz, desde el Sábado Santo empieza a recibir llamadas, o mensajes, o
muchas de las ocasiones, las gentes de mi bello y hermoso pueblo, para unas
cosas ciudad, para otras, a contarle los hechos que en ocasiones
le da a uno doler de … vientre.. por así decirlo Tales como:
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| Arroz con gusanos. |
Los señores de la
empresas de taxis de la ciudad de Acacías, por obra y gracia de no sé quien,
levantaron el servicio de radio, ese medio que conecta al sector de taxistas con
el usuario.
La razón porque la
flotilla de taxis, va estar ocupada y no se va necesitar de los usuarios que
llaman. No hay derecho… Señores gerentes. Ese servicio es público y es de 24
horas, y es de los 12 meses del año.
No es un regalo es una
obligación, acaso se nos olvida el que el ministerio de Transporte es un ente
oficial?, acaso el Ministerio de las Tics, que es quien da la licencia, para el uso de la frecuencia de
radio, es particular o civil?. No no señores y señoras esos son entes del orden
oficial, y esos servicios están al servicio de la comunidad, por concesión a unas empresas que deben de cumplir con los reglamentos
o condiciones fijadas, cuando se les expiden esta clase de documentación, la
cual por cierto es bien dispendiosa conseguirla.
Gilberdaiz, deja en claro
que en la segunda noche de la suspensión del servicio de radio teléfono por
parte de la empresas; los conductores
de una de ellas optaron por contratar con un compañero de ellos y pagarle la suma de
3.000 cada uno para poder conseguir que les atendiera el servicio de radio.
En otros lugares daba
era vergüenza escuchar las conversaciones entre los profesionales del volante,
hablando, o mejor despotricando de uno a otro, ante el oído atento de los visitantes o turistas asi como
propios que hacían uso del servicio de taxi público de la ciudad de Acacías, porque para
eso si es ciudad. Que vergüenza.
En el transcurso de la
semana la secretaria de salud junto con la de Gobierno dos personas distintas
un solo dios verdadero, con el apoyo de la policía Ambiental, realizaron operativos, para controlar el expendio del
pescado de mala calidad, tanto como dañado, con excremento de cucarachas, de
ratón, pasando por la presencia de hongos, pescado seco al cual le echaron agua
para que pesara más, consiguiendo que este se pudriera, sin embargo hasta con la misma presencia de estas autoridades
el viernes muchos cara duras de estos, vendían
pescado descompuesto, es decir no les importó lo de los decomisos, por el
contrario de les motivo para seguir en las misma andanzas?
Supuestamente para
estas arbitrariedades Acacías es un pinche de pueblo donde se puede hacer esto
y mucho mas...Dicen los amos y señores de la verdad en el comercio del pescado
en Acacías, Algunos.
Si, quienes llegaron de
otros lares y que eligieron la plaza de
mercado, para la adquisición de los alimentos como desayunos almuerzos y otras
viandas en horarios diferentes a los acostumbrados,
pagaron por un caldo de pescado hasta $12.000
pesos, en otros lugares de la misma plaza
$11.000, en otros $9.000 y en otros muy pocos $7.000, no pudieron ponerse de
acuerdo para poder abusar del turista. Quienes cobraron mas de $10.000 Acacías
es ciudad, para los otros seguimos
siendo un pueblo, según el valor a pagar es que se denomina la calidad de estatus
de la maltratada Acacías.
Ya para el Sábado Santo
una compañera de prensa llegó hasta el municipio de Acacías, para ver o poder
apreciar, la cultural el folclor de la tierra por Dios bendecida, la linda
Acacías, después de hacer un recorrido, por lo mostrable, me sugiero que almorzáramos
y que le habían hablado de que el pollo asado en Acacías era increíble, que los
aliños los matizaban con hierbas y que esto le daba un sabor especial. Pues la
idea era de ella, quise mostrarme como buen anfitrión, como siempre lo he hecho y la inventé a un reconocido asadero de pollo,
de los más tradicionales de la ciudad.
Un ambiente pesado, un
calor infernal, sin un triste ventilador, mucho menos pensar en un aire acondicionado,
es totalmente utópico… Buenas dijo la rolita… Quiero un cuarto de pollo… Y el señor.? Le preguntaron a Gilberdaiz… Tráeme una botella de aguas, yo desayune hace
poco… Respondi…El servicio fue inmediato, llevaron la porción de pollo, sin
cubiertos, sin las acostumbradas salsas, sin guantes, es decir el pollo pelao…
La colega quedó con la boca abierta y
dijo ¡esto sin cubiertos, sin guantes, que mala atención…? Trate de mediar…
Lo que sucede es que por esta época es
muy difícil encontrar personal de meseros capacitados para el oficio… Esto fue
peor…, por querer hacer un quite a la realidad, gilberdaiz la acabó fue de
embarrar… Entonces estos muchachos que por cierto están mal vestidos no poseen conocimiento
sobre la manipulación de alimentos..? Que calor está haciendo dije haciéndome el
que no había oído… No habían transcurrido
cinco minutos de haber pasado el sofoco de los cubiertos, de los guantes,
de la falta de conocimiento de la manipulación
de alimentos.
Es entonces Cuando del
plato de donde se consumía la presa de pollo apareció de repente con una
entrada triunfal al centro de la mesa, una cucaracha quien con condición fuerte, agresiva y veloz, raudamente abandonaba
tal vez, su guarida y buscaba su nuevo hogar, pero antes de lograrlo, una
lluvia de fotos se tomaban hacia la
particular criatura, la cual se dio para registrar no la entrada triunfal, por el
contrario un hecho que solo sucede en un pueblo… Ahora quien le quita esa duda
a gilbertdaiz; somos una ciudad o seguiremos siendo un pueblo.