Así reza el prólogo de un documento que
será enviado al Presidente de la república, donde
se analiza lo que tiene
que ver con actos de deshonestidad cometidos en Villavicencio y el Meta.
Señala como desde hace muchos años
se atenta contra el presupuesto
en las alcaldías y el departamento, a
nivel central, y como en sus
dependencias, se saquea el fisco,
con muy pocas condenas.
Señalan que hasta “una caja
fuerte se robaron de un piso
elevado de la alcaldía de Villavicencio, conteniendo dinero, cheques y documentos de valor”.
Alude a contratos
que se otorgan y obras que no se terminan, pese a las reclamaciones que
se hacen por parte
de los ciudadanos y hasta
las denuncias instauradas.
Sobrecostos en facturación,
obras inconclusas, dinero en fiducias por altos
valores casi que irrecuperables, dineros con destino
“equivocado”, ”inversiones” sin
asidero, proyectos iniciados sin justificación, adquisición de bienes, que
una vez comprados quedaron abandonados, elementos de alta
tecnología para hospitales que hace años
no se utilizan y se deterioran, y otros actos indecorosos que quedaron a media investigación
y que salvo un mínimo porcentaje ha sido
investigado y castigados algunos de sus autores.
Se construyó un club,
en Catama, para el magisterio que posteriormente fue destruido, perdiéndose unos cinco mil
millones de pesos, un local denominado
la “marranera” para los vendedores
ambulantes que está abandonado,
vías sin terminar y otros actos ilícitos que no deben repetirse.
Por eso es indispensable que
se ejerza control sobre
las inversiones para terminar
con este flagelo, señala el documento signado por prestantes
personalidades, que exigen se omitan sus
nombres porque prefieren “quedar en el anonimato, para evitar represalias de los bandidos”.