Los miembros de la
junta directiva del Banco de la República determinaron elevar en 25 puntos la
tasa de intermediación del Emisor hasta los 6,5%, decisión motivada por la
presión inflacionaria que sigue mostrando la economía.
El anuncio fue hecho
por el gerente del Banco Central, José Darío Uribe, y el ministro de Hacienda,
Mauricio Cárdenas.
Explicó el gerente del
banco al dar a conocer el comunicado que "en febrero la inflación anual al
consumidor y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica continuaron
subiendo y se situaron en 7,59% y 6,07%, respectivamente. Las medidas de expectativas
de inflación de los analistas a uno y dos años se sitúan en 4,5% y 3,8%, y las
derivadas de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años se encuentran entre
4,5% y 4,9%.
El fuerte incremento en
los precios de los alimentos, así como la depreciación nominal y su transmisión
parcial a los precios al consumidor explican en gran medida el aumento de la
inflación en el último año. Pese a tratarse de choques temporales, la magnitud
de la devaluación del peso y la fortaleza del fenómeno de El Niño elevan el
riesgo de una convergencia más lenta de la inflación a la meta, tanto por su
impacto directo sobre los precios y las expectativas de inflación, como por la
activación de mecanismos de indexación.
En los Estados Unidos,
la Fed mantuvo el nivel de su tasa de interés de referencia y aumentó la
probabilidad de que el endurecimiento de la política monetaria en ese país se
dé de forma más lenta. El precio del petróleo subió y se situó por encima de lo
proyectado por el equipo técnico para el presente año. En este entorno, las
medidas de riesgo del país descendieron y el peso se apreció frente al dólar,
revirtiéndose parte del deterioro de las condiciones externas de la economía
registrado en los últimos meses.
En el cuarto trimestre
de 2015 la economía colombiana creció, 3,3%, superior a lo esperado por el
equipo técnico. La demanda interna se debilitó menos de lo previsto, y las
exportaciones e importaciones registraron caídas inferiores a las estimadas. En
todo el 2015 el crecimiento fue 3,1%, con una demanda interna que se
desaceleró. En el mismo año, la cuenta corriente de la balanza de pagos arrojó
un déficit de US$ 18,925 m, inferior en US$ 668 millones al registrado en 2014.
En febrero el Índice
de Confianza del Consumidor volvió a registrar niveles históricamente bajos y
la incertidumbre sobre la persistencia de este bajo nivel y su impacto sobre el
gasto de los hogares sigue siendo elevada. La tasa de desempleo urbano presentó
un repunte importante, especialmente en Bogotá. En contraste, el indicador de
ventas al por menor (excluyendo vehículos), de producción y despachos de
cemento, y de producción industrial, registraron aumentos que en varios casos
superan a los esperados por el equipo técnico. Con todo lo anterior, el equipo
técnico mantuvo el pronóstico de crecimiento para 2016 (2,7% como cifra más
probable, contenida en un rango entre 1,5% y 3,2%).
Dice el informe de
prensa que "persiste una brecha significativa entre el gasto y el ingreso
nacional. Los altos incrementos en los precios de los alimentos y el traspaso
parcial de la depreciación a los precios internos continúan ejerciendo
presiones sobre la inflación.
Las expectativas de
inflación se mantienen elevadas y el riesgo de una desaceleración de la demanda
interna que exceda el deterioro del ingreso nacional sigue siendo moderado. Con
el fin de asegurar que la inflación converja a la meta en 2017 y contribuir a
la reducción del déficit de cuenta corriente, la Junta Directiva decidió
continuar con la senda de incrementos de 25 pb en la tasa de interés de
referencia.
La Junta reitera su
compromiso con la meta de inflación y mantiene un cuidadoso monitoreo del
comportamiento y proyecciones de la actividad económica e inflación en el país,
de los mercados de activos y de la situación internacional".