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El Ministerio de Cultura podría expropiar el inmueble que permitiría la creación de un espacio cultural y facilitaría la ampliación del Museo de Arte Moderno de Bogotá, Mambo.
Sin embargo, el inmueble expropiado deberá permanecer en cabeza de la Nación, es decir que no puede ser donado o trasferido, y se destinaría, en asocio con el particular, a generar una nueva infraestructura cultural, para fortalecer el derecho de las personas a acceder a la cultura. Además, los estudios, diseños y construcción deben ser asumidos por la entidad particular.
Así lo señaló el Consejo de Estado al resolver una consulta elevada por el Ministerio sobre sus posibilidades para efectuar expropiaciones en beneficio de la cultura de la población en general, y sobre la naturaleza jurídica del museo.
La Sala de Consulta y Servicio Civil explicó que la cultura es parte esencial del Estado Social de Derecho del que habla la Constitución, por ello requiere del apoyo del Estado, pues su rentabilidad no es económica, sino social, aspecto más importante aún por el que deben propender las autoridades.
Por tanto, la celebración de convenios entre el Ministerio de Cultura, directamente o a través del Museo Nacional, y otras entidades públicas o privadas para crear nuevos espacios culturales forma parte de las funciones asignadas a este organismo para apoyar y fomentar la cultura.
La Sala señaló que “nada de lo dicho en este concepto significa que la Nación esté obligada a adelantar algún proyecto específico y menos aún, con una persona o fundación en particular, pues el Ministerio será autónomo en analizar las razones de conveniencia, oportunidad y presupuestales para una operación de esta naturaleza, así como las condiciones y requisitos jurídicos de los negocios que llegaren a utilizarse”.
En el concepto, la Sala aclaró que aunque el Mambo ha recibido aportes del Ministerio de Cultura no es una entidad pública ni mixta, sigue siendo una entidad privada.