El joven de 13 años
resultó quemado en parte del rostro y los ojos por la explosión de varios
elementos que manipulaba como parte de un supuesto empleo convenido con el
propietario de este lugar clandestino.
El inmueble ubicado en
el barrio Orladia de Palmira, era utilizado por un mayor de edad para fabricar
fuegos artificiales que posteriormente eran comercializados en el mercado
informal.
La madre de la víctima
argumentó que su hijo no es el único menor que llegaba a este predio para
realizar dicha actividad a cambio de un pago de dinero. “Se quemó con unos
“totes”, que le afectó los ojos. Él se fue sin mi permiso a trabajar con ese
señor. Lo que le recomiendo a los padres es que estén muy pendientes, porque
más niños van a trabajar de esa forma”, aseguró Luz Aída Góngora, madre del
afectado.
Por su parte el
secretario de gobierno de Palmira, Fabio Mejía, sostuvo que la víctima fue
atendido en un centro asistencial de la villa de las palmas. Añadió que este
joven es el mayor de cinco hermanos, quien aprovechando la ausencia de su
progenitora por razones laborales, iba con regularidad a la casa del hombre de
65 años para la mencionada labor ilegal.
Según el funcionario la
madre deberá argumentar ante las autoridades las condiciones en que vive con
sus cinco hijos y asumir una investigación por abandono, con lo cual se
establecerá el grado de responsabilidad como tutora a cargo del niño y se determinará
si da cabida para la pérdida de la patria potestad.