La fiscal venezolana
Luisa Ortega, que abandonó su país tras ser acusada de traición por el
Gobierno, afirmó tener pruebas de que el dirigente chavista Diosdado Cabello
recibió 100 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht.
Ortega aseguró que el
dinero fue depositado en una “empresa española”, propiedad de los primos de
Cabello, Luis Alfredo Campos Cabello y Jerson Jesús Campos Cabello, y
denominada TSE Arietis.
La exfiscal, que llegó
esta madrugada a Brasilia tras huir la pasada semana de su país, aseguró que
también tiene pruebas que “comprometen” al presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro.
Según dijo Ortega en
declaraciones a periodistas, Maduro sería dueño de la empresa mexicana
contratada por el Estado venezolano para distribución de bolsas CLAP.
Ortega recalcó que
entregará las pruebas a las autoridades de distintos países, entre ellos
Estados Unidos, Colombia y España, “para que se investigue” en “virtud del
principio de jurisdicción universal”.
Ortega participó como
invitada especial en una reunión de fiscales del Mercosur en Brasilia, donde
denunció que la situación de Venezuela amenaza la región, y posteriormente se
reunió con el canciller brasileño, Aloysio Nunes.
La exfiscal venezolana
llegó a Brasil pocas horas después de que Nicolás Maduro anunciara que le
pedirá a Interpol su captura y la de su esposo, el diputado chavista Germán
Ferrer.
Ortega, a quien el
Gobierno de Colombia ha ofrecido asilo, fue destituida de su cargo el pasado 5
de agosto por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que la acusa de haber
cometido “actos inmorales”.
Contra el esposo de
Ortega se dictó una orden de captura al ser acusado por la Constituyente y por
el nuevo fiscal general de integrar una trama de extorsión que presuntamente
operaba desde la Fiscalía.
El nuevo fiscal general
de Venezuela, Tarek Saab, dijo que las denuncias de su antecesora, Luisa
Ortega, que asegura tener “muchas” pruebas de corrupción contra los principales
dirigentes chavistas y contra el presidente Nicolás Maduro, no tienen validez.
“Estamos hablando de
una exfiscal general que obviamente fue removida del cargo por haber cometido
faltas graves contra la moral, contra la ética”, dijo Saab tras reiterar sus
denuncias contra la exfuncionaria por supuestamente liderar una red de
extorsión durante sus 10 años en el cargo.
Durante una declaración
a periodistas en Caracas, el fiscal venezolano criticó que Ortega haya esperado
una década para hacer públicas sus denuncias contra altos dirigentes de la
llamada revolución bolivariana, de la que se distanció en los últimos meses por
una supuesta ruptura del orden constitucional.
“Diez años después y
fuera del país vas a venir a hablar de lo que no hiciste, de lo cual fuiste
cómplice (…) carece de toda validez lo que pueda decir una exfiscal general que
en casi 10 años no impulsó una acción contra ninguno de los personeros de los
que ella ahora habla”, prosiguió Saab.
La exfiscal venezolana
abandonó su país tras ser acusada de traición e inmoral por el Gobierno y
destituida por la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC),
integrada únicamente por oficialistas, que designó en su cargo a Saab, una
ficha leal al chavismo gobernante.
“Ahora es una turista
mundial, habrá que ver quién soporta logísticamente todos esos viajes con un
séquito cada día más grande”, dijo el fiscal en alusión a las visitas que ha
hecho Ortega a Colombia y Brasil, según ella, para entregar las pruebas de
varios delitos que involucran al Ejecutivo venezolano.
Saab señaló que la
exfuncionaria ha debido consignar esas pruebas ante la Justicia venezolana,
pero ella ha dicho que en el país no hay posibilidad de que estas denuncias
prosperen pues, afirma, el Poder Judicial está subordinado al Gobierno.