La Fiscalía General
desarticuló una banda de la que hacían parte nueve personas, quienes con falsas
promesas reclutaban mujeres en Medellín, Cali, Pereira y Bogotá y las enviaban
a China para ser prostituidas.
Las víctimas eran
contactadas en peluquerías y salones de belleza de Cundinamarca, Antioquia,
Valle del Cauca y el Eje Cafetero.
Les
ofrecían empleo en el extranjero como modelos de protocolo o empleadas en
diferentes establecimientos de comercio y con unos salarios atractivos. Sin embargo,
al llegar a Asia eran entregadas a una red que las prostituía.
La investigación partió
del testimonio de 15 víctimas que regresaron a Colombia después de una
experiencia tortuosa en Asia. Gracias a la información entregada por las
afectadas, fueron capturadas nueve personas en un operativo conjunto de
Fiscalía, Policía y Migración Colombia. Una de las personas fue capturada en
España, a quien las autoridades ya solicitaron su extradición.
A los ocho detenidos en
Colombia se les imputaron los delitos de trata de personas y concierto para
delinquir. De estos, a siete los enviaron a un lugar de reclusión y a la octava
persona la dejó el juez en libertad por
estar en condición de discapacidad.
Una mujer, al parecer
una de las cabezas de la organización, fue capturada en el aeropuerto de
Barajas, en Madrid, España. Alias Sara tenía una notificación roja de Interpol
en su contra.
"Unas 150 personas
fueron víctimas de esta red. Migración Colombia, como puerta de entrada y
salida de nacionales y extranjeros de nuestro país, viene adelantando un
trabajo de prevención bien importante y gracias a este trabajo en los
diferentes puestos de control que tenemos –en total son 42– se han evitado la
salida del país de 231 menores y muchos de ellos con esta finalidad", dijo
Cristian Kruger, director de migración Colombia.
Según la Policía, estas
jóvenes eran captadas en peluquerías y salones de belleza, y terminaban siendo
esclavizadas en China.La investigación se hizo durante tres años con el aporte
de valiosos testimonios y suficientes pruebas, entre estas varias
interceptaciones telefónicas en las cuales se escucha cómo se surtía el engaño
a mujeres que soñaban con un futuro próspero en el exterior.
Las víctimas viajaban a
Asia con 500 dólares en su poder y eran esperadas en China por contactos de la
estructura que las instalaban en hoteles de Guangzhou y Hong Kong. Sin embargo,
apenas tenían contacto con la red, las despojaban de sus documentos de
identidad, dinero y otras pertenencias.
Según la Fiscalía, las
mujeres solo podían recobrar su libertad cuando pagaban una supuesta deuda de
25.000 dólares. Esta deuda era casi imposible de pagar porque la misma iba
aumentando constantemente debido a que eran multadas.
En este momento se
trabaja en la captura de los demás integrantes de la organización, quienes, se
ha podido establecer, están fuera del país. Contra ellos ya se emitió
notificación azul de Interpol.