Villavicencio. Un hecho insólito ocurrió en los Juzgados de
Paloquemao en Bogotá, en una de las audiencias que está por resolver la medida
de aseguramiento de 11 capturados por corrupción en la justicia de Villavicencio.
El abogado, Wilson Fernando Adame
Ochoa, defensor de las hermanas Silgado, ambas investigadoras del CTI, abandonó
la sala tan pronto el Juez de garantías empezó a mencionar a una persona que
buscaba un concepto amañado en Medicina legal para declarar loco a un violador
y evitar que fuera condenado.
Esa persona era el mismo abogado,
Adame Ochoa, quien recibió $3 millones de pesos, pero que luego los devolvió
porque no tuvo el contacto en Psiquiatría, y que una de las investigadoras,
finalmente consiguió el dictamen con un tal Germán, funcionario del Instituto
de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El sorprendido abogado cambió de
colores en el momento en que la Fiscalía empezó a presentar varias
conversaciones telefónicas que fueron interceptadas a las hermanas, Ayda y
Claudia Silgado.