Antes de 2012 en Puerto
Gaitán se registraban uno a dos temblores cada año.Petroleras se defienden
D Pablo correa. Pablo Correa
“Revise usted mismo los registros de la Red Sismológica Nacional sobre Puerto Gaitán”, dice un geólogo colombiano que al mismo tiempo pide que oculte su nombre, porque un colega ya se metió en problemas legales al insinuar que el incremento en la sismicidad de esta zona del país estaba relacionado con la presencia de empresas petroleras.
La página virtual de la
Red Sismológica Nacional de Colombia es relativamente amigable con sus
visitantes. En un mapa tintinean los puntos donde se han registrado movimientos
telúricos recientes. A un costado, en “consultas de sismicidad”, uno puede
elegir los años y municipios de los que requiere información.
Quien elija Puerto
Gaitán se llevará una sorpresa. En los años noventa, cuando la guerra azotaba
esta región del departamento del Meta, apenas se registraban al año uno o dos
terremotos. El único terremoto que se registró en 1997 fue de baja magnitud.
Apenas 3.0 en la escala de Richter. Curiosamente en 2011 la cifra saltó a 5
terremotos. Y en 2013 escaló hasta 109 movimientos telúricos. El año más
crítico fue 2014 con 599 registros. En lo que va de 2015 el sistema da cuenta
de 34 terremotos.
El cambio lo notaron
los campesinos y habitantes de la zona. ¿Qué estaba ocurriendo bajo sus pies?
Nadie lo sabía con seguridad, pero el rumor se convirtió pronto en preocupación
y noticias esporádicas comenzaron a asomarse en los medios de comunicación.
Mientras la tierra se
sacudía bajo los pies de los habitantes de Puerto Gaitán, lejos de allí, los
residentes de poblados en el estado de Oklahoma, Estados Unidos, vivían una
situación similar. Hasta 2008 en esa región se registraban apenas 1 o 2
terremotos por año de baja magnitud. En el 2014, la red sismológica local
detectó 585. Casi dos terremotos diarios.
Puerto Gaitán y
Oklahoma, además del registro de temblores, comparten otra cosa: el incremento
de la actividad petrolera. Tras diversos estudios publicados en revistas
científicas prestigiosas como Science o Geology, geólogos como William
Ellsworth del Servicio Geológico de Estados Unidos, tienen pocas dudas de lo
que está ocurriendo. En un reportaje sobre sismos inducidos por el hombre,
publicado en la revista The New Yorker, Ellsworth comentó: “Podemos decir con
casi absoluta seguridad que el incremento en la sismicidad en Oklahoma está
relacionado con cambios en la forma como se está extrayendo el gas y el
petróleo”.
Ellsworth como otros
científicos han puesto los ojos en la inyección de grandes cantidades de aguas
y desechos químicos por parte de las empresas petroleras en la corteza
terrestre. Creen que estas aguas alteran la porosidad de las capas geológicas y
pueden liberar estrés acumulado en fallas, lo que se traduce en terremoto son
frecuentes. ¿Es esta la misma causa de los terremotos en Puerto Gaitán?
Martha Calvache,
directora del Servicio Geológico Colombiano, explica que en 2013 cuando
comenzaron a notar una actividad inusual en la zona decidieron estudiar mejor
el fenómeno. Una primera medida fue instalar una nueva estación sismológica
para el oriente del país. Luego de hablar con las compañías petroleras ellas se
comprometieron a crear una red local de monitoreo y compartir los datos con el
gobierno.
“Esa sismicidad sigue
ahí. La estamos caracterizando. Queremos entender mejor cuál es su distribución
y profundidades. Qué la causa”, comenta Calvache. La hipótesis más fuerte para
la experta y sus colegas es que “las actividades de los humanos” pueden generar
cambios en presiones de las capas terrestres y “desencadenar algo latente y
liberar toda esa energía”.
La experta insiste en
que “hacer seguimiento a fenómenos geológicos no es asunto de un mes, sino de
ser coherentes. En el momento no podemos dar el resultado de esos datos, pero
podemos decir que hacia allá estamos trabajando”.
Voceros de Pacific
Rubiales, compañía que opera en la zona un campo bajo un contrato de asociación
con Ecopetrol desde 2007 y lo hará sólo hasta 2016, argumentan que no son los
únicos presentes en el lugar y recuerdan que existen 71 campos operados por
nueve compañías.
“Pacific y Ecopetrol
instalaron con recursos propios una red sísmica, para adquirir mayor
información, que una vez procesada, permita determinar la causa de los sismos”,
explicaron, “la información reportada hasta ahora ha permitido señalar a los
expertos que la actividad no ha representado, ni representa, ningún riesgo para
la población que habita y trabaja en la región”.
En el año 2000, el
ganador del premio Nobel de química, Paul Crutzen, acuñó el término Antropoceno
por considerar que la influencia del comportamiento humano sobre la Tierra en
las recientes centurias ha sido significativa, y ha constituido una nueva era
geológica. Oklahoma en Estados Unidos y el Meta en Colombia, cuando se aclaren
los datos, quizás queden en la historia del antropoceno como dos de los lugares
donde se manifestó la capacidad del hombre para crear temblores y terremotos
casi a diario.