Según el último informe de violencia basada en género
entregado por la Unidad Nacional de Fiscalías para la Justicia y la Paz, hay 1169
hechos de violencia sexual documentados y ocurridos desde el año 1995 hasta
2005; entre los casos figuran algunos
por abuso y explotación sexual, prostitución y anticoncepción forzada, así como sometimiento a aborto,
perpetrados por grupos al margen de la ley.
Según las investigaciones los hechos fueron cometidos por
integrantes y comandantes de estructuras
paramilitares como El Bloque Norte, Bloque Central Bolívar, Bloque
Héroes de los Montes de María, Bloque Catatumbo y el Bloque Resistencia Tayrona
de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia. Este tipo de prácticas
sistemáticas eran utilizadas como retaliación contra las mujeres por tener
vínculos con el grupo enemigo o por ejercer un estatus de poder y sometimiento
en las poblaciones donde delinquían.
De acuerdo con el coordinador de la Unidad Nacional de
Justicia y Paz, Leonardo Augusto Cabana, entre los responsables de dichos
delitos también figura la guerrilla de las Farc, con Elda Neyis Mosquera, alias
Karina y Eli Mejía Mendoza, alias Martín Sombra; a quienes la Fiscalía les
imputó los delitos de violencia basada en género a título de lesa humanidad y
crímenes de guerra.
Las estadísticas revelan que los 1169 hechos de violencia
sexual registran mujeres víctimas entre los cinco y los 79 años de edad, el 25%
de ellas eran menores de 14 años y el 30% estaba entre los 15 y 18 años.
Por la comisión de dichos delitos la Fiscalía General de la
Nación imputó a desmovilizados y máximos responsables como Salvatore Mancuso,
Ernesto Báez, Diego Vecino y Hernán Giraldo, alias El Patrón, 624 hechos de violencia sexual, una cifra que
tiende a aumentar como lo explicó el coordinador de la Unidad, pues gracias a
los esfuerzos de la Fiscalía en materia de judicialización de estas conductas,
es cada vez mayor el número de mujeres que se atreven a denunciar.
El reporte hecho por fiscales e investigadores de la
Unidad revela que mientras en la guerrilla las prácticas más comunes de
violencia sexual en contra de las mujeres eran los abortos sin consentimiento y
la anticoncepción forzada; en las AUC eran los abusos sexuales, los actos de
esclavitud sexual y la prostitución forzada