Luego de un trabajo investigativo adelantado desde el año
2010, una fiscal de la Unidad Nacional de Antinarcóticos e Interdicción
Marítima, en acción conjunta con autoridades extranjeras y la Dijin de la
Policía, lograron la desarticulación de una red conformada por 16 personas que,
al parecer, se dedicaban a la producción, comercialización y tráfico
internacional de estupefacientes, con destino a carteles transnacionales que, finalmente,
los llevaban a ciudades de los Estados Unidos y Europa.
Los hechos ocurrieron el 26 de noviembre último, cuando
investigadores antinarcóticos de la Policía desarrollaron la operación
denominada Cristal Verde. Tras varios meses de seguimiento, la Fiscalía obtuvo
elementos materiales que permitieron establecer que la organización, liderada
por Héctor Daza Roa, alias Tarántula, había logrado conformar una estructura
con laboratorios clandestinos para la producción de cocaína en los municipios
de Tauramena, San Luis de Gaceno, Monterrey, Villanueva y área rural de Yopal (Casanare), así como en Paratebueno
(Cundinamarca) y Arauca.
Una vez concluido el proceso de producción, las sustancias
eran transportadas vía terrestre al estado de Apure (Venezuela) y desde allí,
con una flotilla de avionetas la despachaban por diferentes rutas a países como
Honduras, Haití, Surinam, Islas Guayanas y República Dominicana; hasta alcanzar
los mercados ilegales en Norteamérica y Europa.
La Fiscalía también estableció que la organización contaba
con empresas de casas de cambio en Cúcuta y otras ciudades, que servían como
fachada para el ingreso de divisas. Igualmente, que los recursos obtenidos eran
invertidos en lujosas propiedades en Bogotá y en camionetas o vehículos de alta
gama.
En desarrollo de la etapa investigativa y en distintos
operativos fueron destruidas cuatro avionetas, seis laboratorios con 800 kilos
de insumos químicos y se incautaron de 950 kilos de cocaína.
Las audiencias se efectuaron ante un juez con funciones de
control de garantías de Yopal (Casanare), el cual impartió medidas de
aseguramiento como presuntos responsables de los delitos de concierto para
delinquir con fines de tráfico de estupefacientes y tráfico de sustancias para
procesamiento de narcóticos; en contra de Carlos Guillermo Cataño Márquez,
alias Aloha, coordinador de pilotos de rutas aéreas, representante de una firma
dedicada a la aviación en Bogotá y Héctor Guillermo Daza Roa, alias Tarántula,
cabecilla encargado de la construcción de los laboratorios clandestinos y la
búsqueda de las pistas clandestinas.
La decisión, por las mismas conductas, también afecta a Johan
Sebastián Moreno Sierra, alias Pablo; Federmán Camelo Rubio, alias Tito;
Hernando Díaz Guarín, Yorland Norberto Rojas Morales, alias Ferrero; José Luis
Morales Fernández, alias el Gordo. Las capturas de los antes mencionados se
realizaron en Bogotá.
Asimismo fueron cobijados: Sandra María Escalante Mantilla,
alias la Doña y Jaime Edwin Piñeros
Sánchez, alias Aguapas, aprehendidos en la ciudad de Arauca; Israel Vera
Palacios, alias Barriga, en Monterrey (Casanare); los hermanos Lindon Trinidad,
alias Chicharra y Cervando, y Germán Cubides Aguirre, alias Picotazo,
capturados en Villanueva (Casanare) y Campohermoso (Boyacá); Alexander Lozano
Vanegas, alias Chupo, capturado en Cumaral (Meta); Wilfredo Palacios Ramírez y
José Gregorio Barahona Amaya, retenidos en Chivor (Boyacá).
Los procesados no se allanaron a los cargos imputados por la
Fiscalía y fueron remitidos a la cárcel de Yopal (Casanare).