Rafael
Uribe Noguera fue sentenciado a 58 años de prisión por su responsabilidad en el
secuestro, violación y homicidio de la niña Yuliana Samboní.Colprensa
En
el juicio que se adelanta contra los hermanos Francisco y Catalina Uribe
Noguera declaró una capitán del Gaula de la Policía que participó en el
operativo de búsqueda de la niña Yuliana Samboní quien fue secuestrada en la
mañana del 4 de diciembre de 2016 en el barrio Bosque Calderón en el occidente
de Bogotá.
En
su declaración bajo la gravedad de juramento la capitana detalló que en
repetidas oportunidades se comunicaron con Francisco Uribe Noguera para
preguntarle si tenía conocimiento sobre la ubicación de su hermano Rafael,
quien era el principal sospecho del rapto de la menor de siete años de edad.
En
esas conversaciones Francisco Uribe le manifestó que no tenía conocimiento y
que al igual que ellos lo estaba buscando. En una charla, el mayor de los
hermanos le entregó la dirección completa del edificio Equus 66 –en el sector
de Chapinero Alto- donde vivía Rafael Uribe Noguera.
Horas
después, Francisco se comunicó con los agentes del Gaula para informarles que
se encontraban en la Clínica Monserrat en el norte de Bogotá para informarles
que estaban allá con Rafael quien se sentía bastante mal. En ese momento un
grupo se dirigió al sitio que tiene especialidad en tratar enfermedades del
sistema nervioso.
Cuando
llegaron a la Clínica Francisco Uribe Noguera se encontraba en compañía del
abogado de la familia. La capitán le pidió que le aclarara si sabían algo de la
menor, a lo que él les detalló que la niña se había quedado “por ahí en la
Avenida Circunvalar”, pero la capitán le pidió más datos para ir a buscarla.
“Entonces
el abogado asienta con la cabeza y le dice que diga lo que Rafael le manifestó,
que diga la verdad, entonces es ahí donde él manifiesta que Rafael había
ahorcado a la niña, que se había presentado un accidente, la había asfixiado
(…) que el cuerpo de la menor se encontraba en el jacuzzi, en su parte de
abajo”, explicó la testigo.
Con
esta información un grupo de agentes del Gaula se dirigieron nuevamente al
edificio Equus 66 y encontraron el cuerpo de la menor en el lugar en el que lo
había revelado Francisco Uribe Noguera.
Frente
a las preguntas de la defensa, la oficial aseguró que no tuvieron acceso a las
cámaras de seguridad del edificio puesto que el administrador no se encontraba
y el vigilante les señaló que no contaba con la autorización para permitirles
el ingreso.
La
Fiscalía General acusó a los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera del
delito de ocultamiento y favorecimiento en secuestro.