EMISORA ONLINE

jueves, 1 de noviembre de 2018

20 AÑOS DE UNA VERGÜENZA MUNDIAL.


El primero de Noviembre de 1998, más de 1500 guerrilleros de las FARC, bajo el mando del Mono Jojoy y alias Romaña, inician una de las tomas guerrilleras más brutales y sangrientas en la historia de Colombia.  Esa incursión terroristas acabo con la vida de 16 policías, 15 soldados y 11 civiles, sin contar el enorme sufrimiento que vivirían 70 policías secuestrados y desde luego, quienes los esperaban en casa para compartir con ellos un cumple años, una Navidad o cualquier otra fecha especial, algunos tuvieron la fortuna de retornar al poco tiempo al seno de sus hogares, aún que nunca más volvería. A ser los mismos de antes, otros tuvieron que vivir en carne propia el despreció, el odio y la humillación; a la que fueron sometidos por parte de esta guerrilla, soportando por casi 15 años estos vejamenes.
Hoy 20 años después de ese calvario vivido y sufrido por inocentes, las Fuerzas Militares y el pueblo Colombiano, recuerdan a las víctimas de la toma guerrillera a Mitú, con el único propósito de no OLVIDAR aquellos Héroes que ofrendaron sus vidas en cumplimiento del deber
Este primero de noviembre, al conmemorarse 20 años de la toma de Mitú, se develará una placa conmemorativa, en la cual están plasmados los nombres de los 15 héroes del Ejército Nacional que fueron asesinados por las Farc, en medio de la operación Vuelo de Ángel que buscaba retomar la calma y la soberanía.
El primero de noviembre de 1998 los pobladores de la capital del Vaupés despertaron en medio de disparos, ráfagas de ametralladora y explosiones causadas por los cilindros bomba lanzados por cientos de guerrilleros de las Farc, que tenían como principal objetivo destruir el cuartel de Policía y secuestrar a los uniformados que prestaban seguridad a los habitantes de Mitú; sin embargo, el ataque terrorista acabó con el colegio, el hospital y otros bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. Este sangriento ataque cobró la vida de varios civiles a quienes la guerrilla no les respetó su condición de personas protegidas en medio del conflicto.
Al cumplirse 20 años de este cruento acto que sembró el terror y marcó para siempre la historia de Colombia por su barbarie, los pobladores y uniformados que vivieron en carne propia estos hechos recuerdan lo ocurrido con la esperanza de que no vuelva a repetirse y que la memoria histórica perdure como principal testigo de lo que fue aquel primero de noviembre. En el evento conmemorativo se inaugurará un monumento que busca mantener viva la memoria de los policías asesinados, secuestrados, de los militares y civiles que fueron víctimas de este acto terrorista; los actos estarán presididos por el señor ministro de la Defensa Nacional, la ministra del Interior, el comandante de la Cuarta División y demás autoridades civiles y militares del departamento.
Según testigos, alrededor de las 4:30 a 5:30 am inició el ataque al municipio. La población quedó rodeada de la guerrilla que ocupó de inmediato la pista de aterrizaje para evitar la llegada de refuerzos por parte de la Fuerza Pública. La primera acción de las entonces Farc-EP fue asesinar a todos los miembros de la Policía Nacional que se encontraban patrullando afuera de la estación.
Al evidenciar la resistencia de la policía ante los ataques, los subversivos iniciaron los ataques con cilindros bomba con el fin de destruir la infraestructura de la estación y causar un mayor número de muertos entre los miembros de la Policía Nacional. Para la tarde de ese domingo, 24 bachilleres auxiliares de la policía habían sido secuestrados, la mayoría de ellos fueron sacados de sus casas en las primeras horas del ataque.
Los testimonios de la población señalan cómo las aeronaves de la Fuerza Aérea, a pesar de brindar apoyo inmediato, no pudieron aterrizar debido al ataque continuo de las Farc-EP en la pista de aterrizaje. En el caso de los helicópteros estos debieron dirigirse, tras recibirse la autorización por el gobierno del Brasil, a la base área en dicho territorio para reabastecerse de combustible. Las tropas desembarcaron en la carretera, pero fueron emboscados por la guerrilla, por lo que el Ejército tuvo que desembarcar en el KM 22 para evitar estos ataques.
La toma guerrillera se extendió por tres días. Para el día martes, alrededor de las 3 de la tarde, el alcalde de Mitú junto con el inspector de Policía fueron testigos de la destrucción del pueblo; la población estaba incomunicada, los edificios gubernamentales fueron destruidos. Al hacer un recorrido por el municipio encontraron un diputado y sus dos hermanos muertos, posteriormente se conoció que los diputados de la Asamblea Departamental eran considerados por las Farc como objetivo militar. La Caja Agraria había sido destruida y en la estación de la Policía, luego de tres días, yacían los cuerpos de los uniformados, y en la pista de aterrizaje la guerrilla continuaba en el pueblo.
Las Fuerzas Militares se aproximaban cada vez más hacia Mitú. La Operación Vuelo de Ángel para recuperar la soberanía y salvaguardar a la población ya estaba en proceso. Tropas del Batallón de contraguerrillas n.° 52 y de la Brigada Móvil n.° 3 lograron evacuar a los heridos y poner a salvo a la gran mayoría de la población que había quedado atrapada en medio del ataque, esa misma población que salió a recibirlos en medio del llanto de alegría por saber que su Ejército Nacional había llegado para protegerlos.

En el desarrollo operacional hubo condiciones que permitieron la recuperación de la capital del Vaupés y demostró la ejecución y coordinación de las Fuerzas Militares para enfrentar las amenazas en contra de la seguridad nacional por parte de los grupos terroristas, que representaban uno de los mayores riesgos para la gobernabilidad en Colombia.
Para el Gobierno Nacional, el propósito de las Farc-EP de atacar y tomar a sangre y fuego la capital del Vaupés (Mitú), respondió a una estrategia de nivel nacional e internacional, para presentar su capacidad de derrotar al Estado colombiano, poniendo incluso en tela de juicio la capacidad de mantener la institucionalidad. Para este período recurrieron al secuestro masivo de miembros de la Fuerza Pública y población civil, luego de varios días procedían a la liberación de estos ante medios internacionales y la Cruz Roja Internacional para mostrarse como respetuosos de los DDHH y el DIH.
Hoy, luego de 20 años de aquel episodio traumático y violento, el departamento del Vaupés tiene un horizonte que vislumbra paz, tranquilidad y progreso. Todo esto gracias al trabajo de la Cuarta División que, a través de la Trigésima Primera Brigada, ha realizado en los últimos 5 años más de 300 jornadas de apoyo al desarrollo, jornadas de salud con diferentes especialidades médicas, jornadas lúdico – deportivas y jornadas de prevención que han beneficiado a más 200.000 habitantes en el departamento; sumado a esto se resaltan los continuos esfuerzos que se hacen para mejorar vías, parques, zonas de recreación, infraestructura y escuelas.
Además de las evacuaciones y atenciones médicas que se brindan en los lugares más recónditos del departamento, el Ejército Nacional apoya constantemente con vuelos aéreos para que jóvenes del Vaupés accedan a su educación superior en universidades del centro del país, al igual que ha donado computadores, tablets, más de 50.000 libros y pupitres, con el fin de apoyar el proceso educativo de los niños, niñas y jóvenes de este departamento. También se han implementado y ejecutado proyectos productivos y, finalmente, lo más importante, nuestros Héroes han preservado sus legados culturales, manteniendo las tradiciones indígenas que enriquecen el patrimonio autóctono y cultural del Vaupés.
Desde que el Ejército Nacional llegó a esta zona del país ha trabajado incansablemente por cuidar y proteger a las comunidades que integran este departamento del suroriente colombiano, y por esa razón estamos seguros de que hoy en sus corazones se guarda con alegría el recuerdo de hombres y mujeres que han trabajado y seguirán luchando para que nunca más se repita aquel primero de noviembre de 1998.
Los Héroes no se lloran, se honran, por eso hoy rendimos un sentido homenaje a los 16 policías, 15 militares y 11 civiles que fueron asesinados en esta toma guerrillera perpetrada por las Farc, al municipio de Mitú, capital del Vaupés.

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...