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miércoles, 7 de septiembre de 2016

ALERTA POR AVANCE DE LAS BANDAS Y ELN HACIA ZONAS DE LAS FARC


Del Tiempo.

En el Catatumbo, donde en la última década la extorsión fue un delito casi monopólico de las Farc, a los agricultores y comerciantes les están llegando ‘cuentas de cobro’ del Frente Nororiental del Eln. A los que han pagado les dan recibos y les dicen que si se aparece alguien del frente 33 de las Farc a cobrar, muestren el papel y les digan que ya hicieron ‘la contribución’.
Eso también está pasando en Anorí, uno de los municipios con más tradición minera de Antioquia. Allá la gente dice que los que cobran ‘vacuna’ son “gente nueva del Eln” y no los mismos de siempre: los del frente 36 de las Farc. Lo extraño es que tienen toda la información de las víctimas y su capacidad de pago, como si hubieran recibido todo el plan de datos de los anteriores capos de la extorsión en esa tierra de minería de oro.
El cambio en los grupos que hoy manejan la extorsión en varias regiones es uno de los reacomodamientos que se están dando en el país como consecuencia de la inminente desmovilización de las Farc. Mientras todo el país mira con expectativa ese proceso, el Eln y las bandas, especialmente el ‘clan Úsuga’, hace sus apuestas: en algunas zonas están jugando conjuntamente y en otras se están enfrentando abiertamente. 

Informes de Inteligencia conocidos por EL TIEMPO y alertas de autoridades locales y regionales advierten de seis regiones en donde eran fuertes las Farc y ahora hay manifestaciones de grupos armados que antes no hacían presencia. La plata de la extorsión, de la coca y de la minería ilegal son el botín de esta disputa.
Esas regiones son el Pacífico nariñense (en especial, Tumaco); el Cauca, el nordeste antioqueño, Chocó, el eje Meta-Guaviare y el Catatumbo.
En entrevista con emisoras del Atlántico, el presidente Juan Manuel Santos, respondió a este tema y afirmó que la Fuerza Pública "tiene un plan detallado" para atacar a los grupos que "pretendan llenar los vacíos que dejan las Farc".
Se trata de una batalla por apropiarse del ‘combustible’ del crimen en Colombia”, dice el fiscal Néstor Humberto Martínez en la carta en la que pide el regreso de la fumigación aérea, en relación con los movimientos de otros grupos ilegales hacia antiguas zonas de las Farc, “lo que ya empieza a evidenciarse”.
Los 16.000 militares y policías que el Estado destinó a la seguridad de las zonas donde se concentrarán las Farc para su desmovilización también tienen la misión de detectar las embestidas de los otros grupos ilegales y conjurarlas, para que no se repita la historia de las bandas criminales en zonas de desmovilización de los ‘paras’.

Pelea por la coca

La situación más crítica es la de Nariño. Allá hay minería ilegal, pero, sobre todo, narcotráfico. Casi una de cada tres hectáreas de coca está en ese departamento, la mayoría de ellas en Tumaco.
En ese municipio, la temida columna ‘Daniel Aldana’ ha sido por años el gran poder del narcotráfico: sus jefes manejan directamente cultivos y laboratorios y también cobran ‘gramaje’, el impuesto a los narcos. (También: ¿Cuál es el país que quieren las Farc?)

La alcaldesa de Tumaco, María Emilsen Angulo, alertó hace una semana por la supuesta presencia de un nuevo grupo armado ilegal en antiguos feudos de la ‘Daniel Aldana’. En una carta enviada al presidente Juan Manuel Santos pidió ayuda para frenar la violencia (van 80 asesinatos este año).
Como lo informó hace dos semanas este diario, en la carretera que de Tumaco conduce a Barbacoas y al Pacífico han aparecido banderas del Eln. Y hacia el norte, en municipios como Tablón de Gómez (límites con Cauca) donde los sembrados ilegales no son de coca sino de amapola, los narcos ya no le están pagando ‘gramaje’ al frente 29 de las Farc sino a supuestos representantes de ‘los Úsuga’.
¿Qué dicen los organismos de seguridad? La estrecha cercanía de la ‘Daniel Aldana’ con el narcotráfico –sus jefes negociaban directamente con el cartel de Sinaloa– representa una enorme duda sobre la respuesta de sus hombres y jefes, en especial de la ‘comisión de finanzas’, a la orden del secretariado de desmovilizarse y reintegrarse.
La Fiscalía maneja además informaciones según las cuales uno de los grupos del Eln en la zona pasó de unos 30 hombres a más de un centenar en las últimas semanas. Y hay movimiento de los ‘elenos’ hacia el corregimiento de Llorente, de Tumaco, en donde las Farc eran el poder ilegal y que es clave porque de allí se surten las ‘cocinas’ del narcotráfico. 

Las otras regiones

En Norte de Santander, donde la disputa es por el control sobre al menos 11.527 hectáreas de coca y las rutas de la cocaína hacia Venezuela, hay una clara estrategia de copamiento del Eln, que históricamente era el grupo armado ilegal predominante hasta la ofensiva paramilitar de finales de los 90.
Allá los ‘elenos’ tienen siete frentes y cuatro compañías, y su máximo jefe es un hombre conocido como ‘Alfred’. Desde hace años esa guerrilla tiene un pacto de no agresión con ‘los Pelusos’ (la banda del abatido capo ‘Megateo’), y la salida de las Farc deja a los dos grupos como los grandes jugadores del narcotráfico y la extorsión en la zona de frontera con Venezuela.
Jorge Villamizar, defensor del Pueblo del departamento, dice que las acciones violentas han aumentado en la región en los últimos dos meses y que la extorsión está aumentando. Como en Arauca, la gente tiene que pasar al otro lado de la frontera a pagar o a negociar el monto de las ‘vacunas’. Villamizar dice que comunidades como las de La Gabarra denuncian que “ya es una realidad la llegada de otros grupos”. (Además: Firma de la paz con Farc será el 26 de septiembre en Cartagena)

En Cauca, además de las 8.860 hectáreas de coca que hay en el departamento, van a entrar en disputa los cultivos de marihuana, que surten prácticamente todo el centro y el sur del país y manejados en su totalidad por el frente sexto de las Farc. Es un negocio millonario, pues el consumo de marihuana, especialmente de la llamada ‘punto rojo’ y la creepy, es el más difundido en Colombia.
En medio de la negociación, las Farc pasaron de controlar los cultivos y la venta a cobrar el impuesto a los narcos, ‘gramaje’.
Las autoridades dicen que el capo ahora es un hombre conocido como el ‘Escorpión’, que tiene entrada en las comunidades indígenas y además ha estado ligado a varios bloqueos de los grupos de erradicadores manuales
En cuanto a los cultivos de coca, que eran manejados por el frente 30 en el norte del departamento, a la zona están llegando guerrilleros de la compañía ‘Milton Hernández Ortiz’, a órdenes de un jefe conocido como ‘Lenin’.
Pero no solo está entrando el Eln. En general, en todo el país se rompió una regla que las Farc impusieron a sangre y fuego: que ellas eran las que compraban la pasta de coca y, además, a su precio (unos 2,2 millones de pesos).

Desde hace meses hay una especie de ‘mercado abierto’ y los narcos están entrando libremente a las zonas de producción. Los cocaleros, dicen las fuentes consultadas por este diario, han tenido la oportunidad de vender al mejor postor (hasta 2,8 millones de pesos por kilo), y esa sería una de las razones colaterales del boom de la siembra de coca que asusta al país.

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...