La planta producirá
entre 7.000 y 8.000 barriles por día, que equivale a más del 30% de la demanda
nacional.
El Gas Licuado de
Petróleo (GLP) trae beneficios ambientales y sociales al permitir que miles de
familias en zonas rurales reemplacen otras fuentes como la leña y el carbón.
En el pico más alto del proyecto se generaron
cerca de 1.200 empleos, la mayoría locales.
Inversiones fueron cercanas a los US$125
millones.
Ecopetrol inauguró hoy
la nueva planta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) del campo Cupiagua, ubicada en
el municipio de Aguazul, Casanare, que producirá entre 7.000 y 8.000 barriles
por día de este combustible con beneficios ambientales y sociales para
Colombia.
El GLP, más conocido
como el gas que se distribuye en cilindros o bombonas, permite que millones de
colombianos reemplacen otras fuentes de energía como la leña y el carbón en sus
labores diarias. Hoy se consumen cerca de 20 mil barriles por día de GLP en Colombia.
La nueva planta, que se
encuentra en proceso de estabilización, produce GLP y otros productos como el
NGL (líquidos del gas natural) y C5 (pentano). Además de los beneficios
sociales y ambientales, estos productos se usan como diluyente de los crudos
pesados que produce Ecopetrol en campos como Castilla y Rubiales en la
Orinoquía, lo que permitirá reducir en el futuro las importaciones de nafta.
“Más allá de la mayor
producción para la Empresa, el principal beneficio de esta nueva planta está en
permitir que miles de familias colombianas tengan acceso a un combustibles
confiable y seguro en áreas apartadas donde no hay redes de gas natural. El
acceso a la energía es una de las formas más poderosas de cerrar las brechas
sociales en nuestro país”, aseguró el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón.
Según la encuesta de
Calidad de Vida del Dane de 2019, más de 3,3 millones de familias colombianas
(13 millones de personas) utilizan hoy GLP en sus hogares, especialmente para
la cocción de alimentos. Sin embargo, todavía existen cerca de 1,6 millones de
familias (6,5 millones de personas) que usan leña y madera con graves
consecuencias ambientales.
La construcción de esta
planta se realizó en menos de dos años sin accidentes incapacitantes y con
tecnología de punta. En su pico más alto, el proyecto generó alrededor de 1.200
puestos de trabajo, de los cuales el 83% corresponde a mano de obra local. La
inversión fue cercana a los US$125 millones e incluyó el montaje de unidades de
proceso, un sistema de almacenamiento de productos y áreas de cargue de
tractocamiones mediante un sistema de brazos mecánicos, al tiempo que se
adecuaron las vías de acceso.
La planta permite que
los campos de Ecopetrol en Casanare no sólo sean la principal fuente de suministro
de gas natural para el interior del país, incluido Bogotá, sino que también
convierten a Cupiagua en uno de los principales centros de producción de GLP de
Colombia.