El
primer encuentro se cumplirá mañana viernes 21 de junio del año en curso, en la
sede de la Procuraduría General de la Nación. La mesa técnica analizará la
estabilidad del área en la que se adelanta Hidroituango, establecerá su impacto
ambiental y definirá la continuidad o suspensión del proyecto.
Gracias
a la presentación de peritajes técnicos que evidenciaron graves afectaciones a
los recursos ambientales por parte de las obras relacionadas con la
construcción de la Hidroeléctrica de Ituango (Hidroituango) y la solicitud de
medidas cautelares ante un juez de control de garantías para proteger a las
comunidades ubicadas en la ronda del río Cauca, la Fiscalía General de la
Nación logró la conformación de una mesa técnica que evaluará el impacto del
proyecto y su continuidad.
Los
argumentos de la Fiscalía fueron aceptados por el juez 75 Penal Municipal de
Bogotá, quien en audiencia pública cumplida el pasado 12 de junio del año en
curso señaló que: “está claro que sí se han presentado daños a los recursos naturales
por presunto incumplimiento de la normatividad entorno a la licencia ambiental
y con el desarrollo del proyecto (Hidroituango)”
En
ese sentido, el juez impuso dos medidas cautelares para amparar los derechos a
la vida, salud, mínimo vital, vida digna y medio ambiente de los pobladores de
la zona de influencia de Hidroituango.
De
la primera disposición judicial se empezará a dar cumplimiento mañana viernes
21 de junio de 2019 a las 2:00 p.m., y será la instalación de una mesa técnica
que deberá obtener un estudio técnico a profundidad sobre la estructura rocosa
en la está ubicado la hidroeléctrica y evaluará el impacto y estabilidad
ambiental del proyecto con el propósito de definir la continuidad o suspensión
del mismo.
La
mesa técnica será instalada en la sede la Procuraduría General de la Nación en
Bogotá, de acuerdo con lo dispuesto por el juez de control de garantías, y de
ella también harán parte la Fiscalía General de la Nación, la Contraloría
General de la República, la Gobernación de Antioquia, el Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Salud y Protección Social, la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Empresas Públicas de
Medellín (EPM), Hidroituango y los representantes de las víctimas y asociaciones
reconocidas en el proceso.
Cada
10 días la mesa técnica presentará informes sobre los avances y en dos meses
informará al juez los resultados de los estudios y evaluaciones que se hagan
para recuperar el río Cauca y proteger a las comunidades.
Desde
la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra
las Violaciones a los Derechos Humanos, se ha insistido en la necesidad urgente
de salvaguardar la vida de los pobladores de por los menos 19 poblaciones
ribereñas y recuperar la economía de la región golpeada por diferentes factores
asociados con la construcción y puesta en marcha de la hidroeléctrica.
Vale
la pena resaltar que, inicialmente y gracias al trabajo de peritos
especializados, la Fiscalía ha detectado cuatro situaciones de riesgo para las
fuentes hídricas y las comunidades,
ellas son:
Invasión
del buchón de agua: sobre el río Cauca, a la altura de Sabanalarga (Antioquia),
los investigadores constataron la invasión acelerada de buchón, una planta
acuática que crece en zonas en las que el agua se empoza o no corre con
suficiente fluidez y reduce todos los procesos biológicos de conservación de los ecosistemas.
Planta
de asfalto: en la vía que conduce de Toledo a Puerto Valdivia (Antioquia),
sobre la ronda del río San Andrés, uno de los afluentes que nutre al río Cauca,
la Fiscalía encontró una planta de asfalto abandonada en la que hay residuos de
material carburado del petróleo y otros elementos peligrosos dispersos
indiscriminadamente, provenientes de los trabajos de obra civil para la
hidroeléctrica.
Escombrera
El Higuerón: en un lugar conocido como El Higuerón, entre Puerto Valdivia y la
hidroeléctrica, se encontró una Zona de Disposición de Material Excavado
(ZODME) en la que hay de 2,5 a 3 millones de toneladas de residuos sólidos,
aproximadamente. Las rocas y el lodo extraídos del proyecto fueron dispuestos
sobre una pendiente y amenazan en la actualidad con desprenderse sobre una vía
por la que transitan constante peatones, vehículos y semovientes, y podría represar
el cauce del río Cauca con las consecuencias de una posible avalancha.
Afectación
de la cadena alimentaria: la presencia de buchón y los otros riesgos
identificados por están reteniendo la riqueza biológica y de minerales del río
Cauca. Los expertos encontraron que esta situación afecta a la población de
peces, en calidad, tamaño, carne y en su misma reproducción. Aspecto que golpea
la seguridad alimentaria y la principal actividad económica de los pobladores
del río Cauca.