Un asesino serial
acusado de apuñalar en 98 ocasiones a una de sus víctimas se alegró de manera
escalofriante al saber que pasará 71 años en prisión. ¿Por qué? Muchos pensaron
que nomás fue para fregar a las familias de las mujeres que murieron a manos
del sujeto, pero éste aclaró a gritos: “¡Al menos todavía estoy vivo!”
Cameron Wilson, nombre
de este raro espécimen, fue encontrado culpable en una corte sudafricana de 13
cargos, incluyendo cinco asesinatos, una violación y tres intentos de
homicidio. Al conocer el veredicto del jurado, Wilson –de 20 años– celebró como
si el Pumas le hubiera dado la vuelta al Veracruz. Sonrió, aplaudió y, muy
gustoso, se dejó colocar las esposas para ser conducido a la celda donde se
pasará poquito más de siete décadas.
De acuerdo con The
Daily Mail, entre las cinco personas que asesinó, se encontraba una joven de
sólo 16 años que, además de ser violada y apedreada por el güey éste, su cuerpo
fue encontrado con rastros de haber sido encendido en llamas. A otra de sus
víctimas la apuñaló en 98 ocasiones.
La alegría de este
sujeto no sólo llegó hasta saber su destino. Desde que escuchaba cómo la jueza
enlistaba sus crímenes, Wilson dibujó una sonrisa en sus labios. Enojados, los
familiares de las víctimas le gritaron “te pudrirás en el infierno”.
Y, a pesar de todo lo
hecho, podría salir libre… en 25 años, cuando sea su primera audiencia para
otorgarle libertad condicional. Algo
que, para quienes conocieron a detalle la forma en que realizó los crímenes,
debería ser evitado a toda costa: “fue cruel y los crímenes que cometió fueron
horribles. Despreciaba a las mujeres y disfrutaba manipulándolas”, señaló la
fiscal de Estado, Carine Teunissen.