Delitos como concierto
para delinquir, homicidio y violencia intrafamiliar están entre los que
enfrentan policías, desde patrulleros hasta coroneles que han salido de la
institución en medio de un proceso de depuración interna.
El general Carlos Mena
es el tercero en la línea de mando de la Policía Nacional, por encima de sus
decisiones solamente están las de los generales Ricardo Restrepo y Jorge Nieto,
subdirector y director de la institución respectivamente, y bajo su actuación
como juez disciplinario está el destino de alrededor de 180 mil uniformados.
el general Mena, al
frente de la Inspección General de la Policía, reveló que han sido sancionados
6.500 policías por diferentes faltas a los códigos disciplinarios y penales.
Indicó el oficial que
ya son “1.500 las destituciones que van desde el grado de coroneles hasta el
grado de patrulleros, es decir aquí no hay contemplación contra absolutamente
nadie”.
En el caso
disciplinario la mayor falta es el incumplimiento a las órdenes, seguida de la
inasistencia en el servicio, abuso en el uso de la fuerza y el abuso de
autoridad.
En el ámbito penal
“están el concierto para delinquir, seguido por el hurto, la concusión y el
cohecho y en algunos casos personas vinculadas con homicidio y violencia
intrafamiliar”, dijo el inspector general, tras destacar que el 98% de los
casos de uniformados detenidos resultaron de las investigaciones adelantadas
dentro de la propia Policía.
El caso más reciente de
investigación que llegó a la inspección general fue el de los policías a los
que les habrían supuestamente pagado $1 millón a cambio de que no reportaran el
hallazgo de $390 millones en una camioneta, según reveló el exfiscal anticorrupción
Luis Gustavo Moreno durante su audiencia por el cartel de la toga.
“Dio información que
había unos policiales que lo escoltaron cuando estaba transportando dinero, tan
pronto nosotros tuvimos noticia a través de ustedes los medios de comunicación,
aperturamos la investigación y vamos a darle la celeridad que corresponda”,
indicó el general Mena.
Además de casos de
corrupción como los relacionados con uniformados señalados por hacer parte de
redes que manejaban el negocio del narcotráfico en ciudades como Bogotá y Cali,
entre otras, la supuesta existencia de una organización dedicada a ofrecer
servicios de prostitución en el interior de la Escuela de Cadetes, fue uno de
los hechos que prácticamente puso en jaque a la Policía a finales del año 2015.
Para muchos la renuncia
del general Rodolfo Palomino, uno de los más reconocidos directores de la
Institución en los últimos años y la designación de la actual cúpula policial,
también fue una consecuencia de este escándalo.
“Lo que se denominó,
más por otras fuentes diferentes a la misma institución, la Comunidad del
Anillo, esa investigación se abocó, en primera instancia, por parte de la
Policía Nacional, se llevó a una etapa procesal muy importante, pero la
Procuraduría General de la Nación hizo uso del poder preferente y se llevó la
investigación a la Procuraduría”, señaló el general Mena.
El propio inspector
enfrentó denuncias por acoso laboral y por falta de actuaciones en un caso de
supuesto acoso sexual en contra del capitán Jorge David Moreno. El general Mena
señaló que ha atendido los requerimientos hechos por las diferentes instancias
a las que ha tenido que acudir.
“Siempre acatamos las
decisiones de la Procuraduría y obviamente las responsabilidades están allá,
digamos el balón está en la Procuraduría, porque nosotros quedamos sin
competencia para continuar investigando este tipo de casos”, añadió.
En el año 2014 el
general Carlos Mena fue el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Reconoció que durante ese tiempo contrató los servicios de Luis Gustavo Moreno,
hoy señalado por hacer parte del escándalo de corrupción denominado el Cartel
de la Toga, cuando ejerció como fiscal anticorrupción.
Moreno representó al
oficial en demandas que instauró por delitos como calumnia contra algunos uniformados
de la misma Policía.
“El doctor Gustavo
Moreno, hacia el año 2014, era un abogado de mucho prestigio en la ciudad de
Cartagena y a nivel nacional era un abogado que escribía libros, era un abogado
con mucha experiencia en asuntos penales, cuando le otorgamos esa confianza fue
yo como víctima, no como sindicado o indiciado, fue como víctima porque yo
había interpuesto varias denuncias especialmente penales por injuria y
calumnia”, dijo Mena.
El actual inspector
general de la Policía, señaló que su relación con el ahora sindicado fue
únicamente para contratar sus servicios profesionales.
“Uno nunca termina de
sorprenderse, era tan prestigioso y de tanta connotación este abogado que fue
nombrado Fiscal Anticorrupción y que ya después en el 2017 esté endilgado por
otras cosas, uno dice pues ojalá tuviera la bola de cristal y decir que va a
pasar en 3 años, en 5 años”, puntualizó.