El magistrado Gustavo
Enrique Malo cuestionado dentro del escándalo del cartel de la toga pidió a la
sala penal de la Corte Suprema de Justicia una licencia de tres meses mientras
se adelanta la investigación en su contra por el caso de corrupción.
La decisión del
magistrado es dar un paso al costado como se lo estaba pidiendo la sala plena
de la Corporación y se da a conocer después de que no asistiera en toda la
semana pasada a la Corte Suprema de Justicia.
Al respecto el
presidente de la corporación, el magistrado Rigoberto Echeverry, calificó la
decisión de Malo como “un alivio para la Corte teniendo en cuenta la tensión
que existe por el momento”. Y aseguró que siguen en pie las propuestas de
reformar el reglamento de la corporación.
La semana pasada el
magistrado Malo había manifestado que necesitaba un tiempo para “pensar con
cabeza fría” la decisión de apartarse de sus funciones judiciales.
“A partir de hoy va a
mirar los asuntos urgentes que tiene pendientes para entregarlos en la sala
penal y se hagan las reasignaciones que sean necesarias”, señaló el magistrado
Echeverry.
Entre tanto, la
Comisión de Acusación citó a Gustavo Malo a rendir indagatoria dentro de la
investigación que se adelanta por posibles hechos de corrupción en la justicia.
La cita quedó para el próximo martes 3 de octubre, a la que posiblemente
también asistirá el exmagistrado Leonidas Bustos.
El magistrado Malo era
el encargado de la investigación contra el senador Musa Besaile, acusado por
parapolítica y quien confesó en audiencia citada por la Corte Suprema de
Justicia que pagó 2000 millones de pesos para que le archivaran su proceso.
Para hoy está citado el
exsenador Julio Manzur en la Comisión de Acusación para que declare en calidad
de testigo dentro del escándalo del cartel de la toga.