El 74 % de la población
mundial estará expuesta a olas de calor mortales para 2100 si las emisiones de
gases de efecto invernadero continúan creciendo al ritmo actual, advierte un
estudio que publica la revista británica Nature.Neichor.
La investigación,
desarrollada por la Universidad de Hawai (EE.UU.), prevé que, incluso aunque se
redujeran drásticamente esas emisiones, en torno al 48 % de la población se verá
afectada por el brusco aumento de la temperatura.
“Estamos agotando
nuestras opciones de cara al futuro. Respecto a las olas de calor, nuestras
opciones se sitúan ahora entre las malas y las terribles”, explica el autor
principal de este estudio, Camilo Mora.
El experto indica que
las olas de calor están causando ya la muerte de miles de personas en todo el
mundo y recuerda que los modelos de previsión sugieren que, “probablemente”,
esta situación se mantendrá en el futuro, aunque sostiene que “podría ser mucho
peor si no se reducen las emisiones considerablemente”.
La temperatura corporal
humana óptima es de 37 grados, pero nuestro metabolismo genera calor y ese
calor no puede disiparse en el ambiente cuando la temperatura exterior es igual
o superior a la del cuerpo.
Actualmente, en torno
al 30 % de la población mundial está expuesto a estas condiciones letales cada
año, alerta el informe de la Universidad de Hawai.
Entre los ejemplos
aportados por los expertos, figura la ola de calor que azotó Europa en 2003 y
que causó aproximadamente 70.000 muertos, la que afectó a Moscú (Rusia) en 2010
y que acabó con la vida de 10.000 personas o la de Chicago en 1995, que alcanzó
las 700 víctimas mortales.
De todos esos casos,
obtuvieron fechas de 783 olas de calor letales registradas en 164 ciudades en
36 países, la mayoría situados en zonas desarrolladas y en latitudes medias,
como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Toronto, Londres, Pekín, Tokio, Sydney y
Sao Paulo.