El padre manizaleño
Pedro Pablo Reinoso Marín, condenado a 14 años de cárcel por el delito de
rebelión, quedó en libertad tras someterse a la Justicia Especial para la Paz.
Se conoció que el
sacerdote se acogió a la Justicia Especial para la Paz (JEP) tras haber sido
sentenciado por los delitos de rebelión y desplazamiento forzado en el
corregimiento de Florencia, Samaná (oriente de Caldas), donde ejercía su
ministerio sacerdotal.
Reinoso Marín fue
detenido en Manizales en el 2011 cuando se desempeñaba como párroco en Maltería
y daba clases en la institución educativa del mismo sector a donde había sido
trasladado por la Arquidiócesis de Manizales.
Según la Fiscalía,
Pedro Pablo colaboraba con el frente 47 de las Farc, al que adoctrinaba en
teorías leninistas y marxistas y señalado de ingresarle a la zona armamento y
elementos logísticos.
El religioso fue
denunciado por un profesor de Florencia- Samaná, a quien hizo salir de la zona.
Sin embargo, el padre se defendió y dijo que sus diálogos con la guerrilla
tenían como propósito buscar la paz en esa región el oriente caldense, versión
que no tuvo eco en la justicia.
El padre Pedro Pablo
Reinoso Marín estaba detenido desde el 2012 en la cárcel de varones de
Manizales, de donde salió ayer 23 de junio de 2017 gracias a que se acogió a
los beneficios de la Justicia Especial para la Paz que contempla, entre otros
aspectos, confesar sus delitos.