En desarrollo de la estrategia “Bolsillos de
Cristal, cero tolerancia con la corrupción”, la Juez 26 Penal de garantías le
impuso medida de aseguramiento a Óscar Eduardo Acevedo Campiño, quien fue
capturado por los hechos de corrupción relacionados con el proceso de extinción
de dominio de la estación de servicio Gasollano, de Villavicencio (Meta).
Al señor Acevedo
Campiño la Fiscalía General de la Nación le imputó los delitos de cohecho por
dar u ofrecer, fraude procesal, estafa agravada, falso testimonio, fraude a
resolución judicial y perturbación de actos oficiales.
Óscar Eduardo
Acevedo Campiño y su padre, Luis Acevedo, figuran como propietarios de la
estación de servicio Gasollano, que en 2014 fue embargada dentro de un proceso
de extinción de dominio de los bienes de Pedro Oliverio Guerrero, alias
Cuchillo, iniciado por la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).
La Fiscalía
descubrió que el mismo día en que fue embargada la estación de servicio
Gasollano, Acevedo y su padre acordaron darles dádivas de dinero a los
coroneles René y Berney Quintero Camacho, quienes fueron designados por la DNE
como depositarios de ese bien.
Las dádivas eran
entregadas a los depositarios, a cambio de que los Acevedo siguieran
controlando Gasollano, que ha tenido millonarios contratos de suministro de
combustible y servicios con varias entidades del Estado.
Cuatro meses después
del embargo de la estación, Luis y Óscar Acevedo decidieron denunciar por
extorsión a los depositarios de la misma.
La Fiscalía investigó
los hechos e imputó cargos a los depositarios de la estación de servicio. Los
dos coroneles aceptaron los cargos y en octubre pasado fueron condenados por el
delito de cohecho impropio a penas de 48 y 54 meses de prisión.
Los coroneles
Quintero Camacho se convirtieron en testigos de cargo de la Fiscalía en contra
de Luis y Óscar Eduardo Acevedo.