Los detenidos,
sospechosos de haber recibido sobornos por valor de más de 150 millones de
dólares. Blatter no se encuentra entre ellos, pero sí dos de sus
vicepresidentes. Implicados un total de catorce personas a partir de una
investigación iniciada en EE.UU.
Dos vicepresidentes de
la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y el caimanés Jeffrey Webb, así como el
expresidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, figuran entre los 14
acusados por Estados Unidos por corrupción.
El departamento de
Justicia hizo público hoy un comunicado en el que anuncia que han sido
presentadas 47 acusaciones ante el tribunal de Brooklyn (Nueva York) por
«organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, entre otros».
El resto de los
federativos acusados son el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio
Rocha, el trinitense Jack Warner, el venezolano Rafael Esquivel, el brasileño
José María Marín y el caimanés Costas Takkas.
La Justicia
estadounidense no ha formulado cargos contra el presidente de la FIFA, el suizo
Joseph Blatter, que se presenta a la reelección para un quinto mandato el
próximo viernes en el Congreso de la FIFA en Zúrich.
Asimismo, el Ministerio
de Justicia y Policía de Suiza confirmó la detención esta madrugada de seis de
estos altos responsables de la FIFA que estaban en Zúrich y cuya extradición ha
sido concedida a Estados Unidos.
También están acusados
los ejecutivos de empresas relacionadas con la FIFA, Alejandro Burzako, de la
argentina Torneos y Competencias; Aaron Davidson, de Traffic Sports USA, y Hugo
y Mariano Jinkis, del Full Play Group de Argentina.
Según esta
investigación los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por
valor de más de 150 millones de dólares, según el Departamento de Justicia de
Estados Unidos.
Entre los 47 cargos por
el enriquecimiento ilícito durante 24 años mediante la corrupción del fútbol,
los beneficiarios habrían logrado «lucrativos derechos de comercialización en
los medios y mercadotecnia en los torneos internacionales».
Otros presuntos
involucrados en esta investigación citados en el comunicado oficial son Charles
Blazer, ex secretario general de CONCACAF y antiguo representante de Estados
Unidos en el comité ejecutivo de la FIFA y José Hawilla, propietario y fundador
del conglomerado mediático brasileño Traffic.
«Corrupción rampante,
sistemática y profundamente enraizada» es la descripción de la fiscal general
Loretta Lynch, que puntualiza que "se ha extendido en las dos últimas
generaciones de federativos que abusaron de sus puestos de confianza para
conseguir millones de dólares en mordidas y sobornos".
La fiscal general
norteamericana señala como víctimas a multitud de competiciones y torneos de
países en desarrollo que deberían haberse beneficiado de los ingresos generados
con la comercialización de los citados derechos y los aficionados en Estados Unidos
y en todo el mundo.
Algunos de los
responsables de estos delitos pueden afrontar penas de cárcel de 20 años, según
la nota, que precisa que además de los 10 años de prisión que le pueden pedir,
A Figueredo le podrían revocar su nacionalidad estadounidense por
falsificación.