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domingo, 29 de septiembre de 2013

“SOY EL HIJO LEGÍTIMO DE UN KIBBE Y UNA AREPA E’ HUEVO”: JUAN GOSSAÍN


Tomado de el  Heraldo
El periodista cordobés fue el invitado central de la jornada de ayer, en la que narró el significado de ser colombo-árabe.

Juan Gossaín marca el horizonte ideal del periodismo nacional. Se ha ganado el respeto, pero sobre todo, el afecto en una tierra que, con los años, aceptó como propios a los nacidos en donde crecen los dátiles y el jazmín; de las cúpulas contra el crepúsculo, del cetro y el olivo.



Fue en la Colombia tropical de América del Sur donde vinieron a encontrar un vocabulario atiborrado de expresiones nacidas en Oriente, en la tierra de sus ancestros, que parece haberlos hecho recorrer un camino de 360°.
Los cuentos más buenos, sacados de la cotidianidad de su vida colombo-árabe, fueron las noticias de primera plana de la jornada de ayer del encuentro cultural de ambas comunidades, que inauguró la mañana en el Auditorio de la Plaza de la Paz.
‘A la vuelta de la esquina’, cruzando el Atlántico, las embarcaciones anclaban con “personas raras que desayunaban aceitunas”, como anotó Ramón Fayad Naffah, exrector de la Universidad Nacional, quien disertó al lado de la versión más ambivalente de Gossaín, libanés y costeño al tiempo, que terminó por complementarse, y que no tenía otro remedio que echar cuentos, “pues si hubiera sido alemán y criado en París, hubiera sido médico”.
El hijo de San Bernardo del Viento, un lugar inolvidable en sus historias, recordó su novela La balada de María Abdala –sin siquiera mencionarlo–con una cotidianidad que daba relieve a la intimidad de estas letras, a la realidad fundida en ellas, al narrar la historia de una pareja de inmigrantes que resultó siendo la vida misma de los padres de Gossaín.
Para agradecer la hospitalidad de estas latitudes, el periodista recordó una anécdota que tuvo lugar en un popular restaurante de ‘corrientazos’ en el Centro de Barranquilla. “Menos mal iba yo con tres personas más”, aclaró para refrendar la veracidad del hecho: en el menú del día, una inconsistencia casi natural pasaba desapercibida: “Hay comida internacional y kibbe”.“Bendita la tierra que lo recibe a uno y termina considerándolo local”, aplaudió, y el público no pudo más que seguirlo.
Así, Gossaín llegó a una conclusión parental que se le reveló como por arte de magia: “soy el hijo legítimo de un kibbe y una arepa e’ huevo”, y luego de la confesión, vinieron las risas.
Ramón Fayad continuó la ‘función’ al contar la historia de su abuelo, que comenzó llamándose Nadim, pasó a ser Farid y terminó resultando Alfredo, todo por la incomprensión idiomática de las primeras oleadas migratorias hacia Colombia, pero que el tiempo acabó sorteando con fortuna, por lo que pudo bautizar a su hijo Salim, en recuerdo de donde vino.

Influencia en la educación. En la siguiente conferencia en la que participó el físico y matemático Fayad Naffah sobre la presencia árabe en el desarrollo académico, destacó la importancia de la cultura del Medio Oriente en la construcción de la educación universitaria.
“La influencia ha sido tal que las personas de descendencia árabe no solo han sido profesionales exitosos, sino que además de haber estudiado formalmente, se incrustaron en la universidad como profesores, y hemos llegado a ocupar los más altos cargos de dirección académica”, resaltó el académico.
Señaló que viene realizando un estudio en el que apunta a identificar profesores cuyo primer apellido sea de origen árabe, discriminando entre hombres y mujeres.
“Ha sido muy interesante ver cómo desde la década de los 40, y posteriormente los 60, descendientes de libaneses vinieron a estudiar a las universidades colombianas y se han quedado como profesores”, afirmó Fayad, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad del Rosario.
Hizo referencia a que si bien la influencia árabe inició en el área de la salud, hoy hace presencia en diferentes áreas como la agronomía, las ciencias naturales, la política y las artes.

En la política. Dentro de las personalidades que asistieron al encuentro estuvo el excontralor de la República Julio César Turbay Quintero, hijo del expresidente de Colombia Julio César Turbay Ayala, quien se destacó por ser el primer mandatario colombiano de origen árabe.
“Muy interesante lo que se está dando en este encuentro. Se han reunido personas reconocidas del mundo académico, profesional y de la política”, afirmó Turbay Quintero.
“Mi padre dio un gran aporte a este país en el campo político, y sin duda alguna hace parte de la historia en el encuentro de estas dos culturas”, sostuvo.
Consideró que el éxito en la relación colombo-árabe se debe a los beneficios que ha recibido de parte y parte.

“Así como la gente que vino de allá recibió la hospitalidad y amabilidad de los colombianos, estos aportaron una nueva faceta al desarrollo del país, que hoy es mejor apreciada”, finalizó.

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...